No nos cabe duda de que Redes es uno de los espacios protegidos más extraordinarios de la cordillera cantábrica. Una inmensa masa boscosa de robledales y hayedos -de imponentes hayas que se levantan hasta treinta metros del suelo- que se muestra especialmente bonita en el otoño, cuando los tonos dorados y rojizos pintan el paisaje. Un espacio que se descubre caminando por sendas de gran belleza.
En la naturaleza virgen de esta Reserva Natural -también Reserva de la Biosfera-, se disfruta de glaciares, cuevas, montes, hórreos o pequeños pueblos tallados en piedra. Un espacio que es hábitat de especies como el oso pardo, el lobo, una importante población de rebecos y una gran cantidad de aves, como águilas reales o el esquivo urogallo.
Las opciones de senderismo son innumerables. En el Centro de Interpretación del Parque, situado en la localidad de Campo de Caso, ofrecen información de todas ellas. Pero hay una, entre todas, que por su sencillez y belleza se lleva toda la fama. Es la conocida como Ruta del Alba, un sendero sencillo de 14 kilómetros (ida y vuelta) lleno de sorpresas.