Los reyes Felipe y Matilde de Bélgica comenzaron la crisis sanitaria suspendiendo el viaje de Estado que tenían programado a Italia para finales del mes de marzo. Como sus homólogos Guillermo y Máxima, se han mantenido muy activos durante la pandemia y, en ocasiones junto a sus hijos, han prestado su ayuda a residencias de ancianos y personas sin hogar, o bien llevándoles comida o bien llamándoles por teléfono. Este martes el matrimonio salía de palacio y, aprovechando que poco a poco van abriendo los museos y las salas de exposiciones, visitaba la colección permanente de los Museos Reales de Bellas Artes en Bruselas. De este modo, el monarca y su esposa quisieron mostrar su apoyo incondicional al sector cultural, muy afectado por la crisis sanitaria. Eso sí, lo hicieron sin desprenderse de la mascarilla para proteger y protegerse