La autonomía permite tener un pensamiento crítico, independencia, decidir nuestras propias conductas, tener seguridad en sí mismo… y muchas otras características más que son muy importantes desarrollar durante la infancia, y que van estrechamente ligadas con la autoestima, que, por supuesto, después repercutirán y formarán parte de la vida adulta.
Para trabajar en ello con nuestros hijos, los primeros meses de vida del bebé son muy importantes ya que es “durante la etapa infantil (0-6 años) cuando se forje gran parte de su personalidad”, asegura Meli Cimas, educadora experta en el método Montessori (@mamisori_blw).
Pero lo cierto es que son ellos mismos quienes muestran interés en desarrollar su autonomía desde bien temprano y, por tanto, su autoestima: “Se estiran para coger sus juguetes, ruedan y reptan para lograr desplazarse, lloran cuando sus necesidades no están satisfechas, etc.) y, nosotros como adultos debemos dejarles libertad para hacerlo”.
3 juegos que nos ayudarán a fomentar la autonomía de los niños desde el divertimento
¿Cómo ayuda la estimulación temprana al desarrollo del bebé?
Educar en igualdad, la gran responsabilidad de los padres de hoy