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Adolescentes

Así afecta la presión social sobre la imagen corporal a menores con un trastorno alimentario

La pérdida de peso suele verse como el camino para mejorar la autoestima, pero genera todo lo contrario en niños y adolescentes con determinadas características

Perder peso es uno de los propósitos de año nuevo más generalizado; cuando se va acercando la primavera y el buen tiempo, hay que ponerse a punto para el verano… La cuestión es que la presión social en lo que a los objetivos de pérdida de peso se refiere es cada vez mayor y fomenta estándares de belleza poco realistas. Estos mensajes, comunes en las redes sociales e Internet, pero también en los medios de comunicación e, incluso, en conversaciones coloquiales en todo tipo de ámbitos (de amigos, escolar, familiar…) pueden llegar a ser muy nocivos para aquellos menores de edad más susceptibles de padecer algún tipo de trastorno de la conducta alimentaria (TCA). Estos niños o adolescentes “presentan unas características de personalidad, que las hacen especialmente frágiles a los contenidos (imágenes, mensajes…) que abundan en Instagram o Tik Tok. La baja autoestima, el alto nivel de perfeccionismo, o ciertos sesgos cognitivos facilitan las comparaciones ascendentes, el juicio negativo, el aislamiento, y la insatisfacción”, aclara Montse S. Povedano, fundadora, directora y psicóloga clínica de eãtica.

“Pensemos que el inicio de dieta, la pérdida de peso, como solución para mejorar la autoestima y la imagen corporal es la puerta de entrada a padecer un trastorno alimentario”, añade. Y esto tiene mucho que ver con el hecho de que uno los factores de vulnerabilidad más importantes en niños y adolescentes para padecer un trastorno alimentario es la dificultad en las relaciones sociales. “Esta dificultad para encajar en el grupo de iguales puede inducir a muchas de estas chicas a refugiarse en ciertas páginas web que hacen apología de la anorexia y la bulimia. Páginas que no solo les dan información para adentrarse en la enfermedad, sino que les ofrece ese sentimiento de pertenencia de grupo que tanto buscan los adolescentes, en un entorno en el que se sienten más seguros de conseguir”.

Cerrar este tipo de webs es, por tanto, de uno de los grandes caballos de batalla de familiares de afectados por un TCA y de los profesionales que los tratan, algo que es complicado de lograr, pues aunque se persiguen legalmente, la facilidad para crear otras nuevas escapa todo tipo de control, como nos indica la psicóloga clínica.

Se trata de un grave problema, pues “la excesiva exposición de imágenes en internet que exaltan la delgadez y cuerpos perfectos están en la base de la consciencia del ideal corporal y en algunos casos de lo que se llama la interiorización del ideal corporal. La diferencia es que en la primera (consciencia del ideal corporal) la persona reconoce las normas sociales sobre el ideal de belleza imperante en un determinado momento, pero no realiza ninguna conducta para alcanzarlo, mientras que, en la segunda, las personas no solo reconocen ese ideal, sino que están dispuestas a adoptarlo como propio y realizar conductas encaminadas a alcanzarlo”.

Ideas sobre la pérdida de peso a desechar para proteger a menores de padecer un TCA

Es incuestionable que la delgadez está interiorizada en la sociedad como un ideal de belleza al que perseguir. Y también está claro que es importante mantenerse en un peso saludable y cuidar nuestra imagen, pero “cuando este objetivo se convierte en algo obsesivo, que ocupa todo tu pensamiento, que cambia tu manera de actuar, tu forma de relacionarte, tus conductas con la comida y el cuerpo, la propia relación contigo mismo y, en consecuencia, te hacer ser infeliz, podemos pensar que estamos cruzando una línea roja que nos conduce ya por un camino muy peligroso, y que puede acabar en un grave problema mental”, advierte Montse S. Povedano.

  • Asociar pérdida de peso a mayor felicidad. Las redes sociales, muchos mensajes de marketing y el mundo de la ficción en general conducen a mitos que atribuyen la pérdida de peso a objetivos vinculados a ser más feliz, tener mayor éxito social o laboral, tener pareja y más amigos, como señala la fundadora de eãtica. Sin embargo, “todos los profesionales que trabajamos día a día con las personas que padecen un TCA de manera más o menos grave, sabemos que estas personas son mucho más infelices, más aislados, y menos populares entre sus amigos”, subraya. “El TCA es un trastorno que conduce a disminuir la autoestima, a entorpecer tu capacidad relacional y familiar y finalmente a perturbar también tu productividad laboral y académica”.
Adolescente muy delgada se mide la cintura©GettyImages

‘¿Cómo debo cuidar a mi hijo si tiene un trastorno de la conducta alimentaria?’

Cuando un menor de edad padece un trastorno de la conducta alimentaria, el primer paso es acudir a un profesional especializado que dé las pautas pertinentes a seguir en cada caso y, en concreto en lo referente a alimentación, las de los profesionales de nutrición expertos en TCA. Por lo general, es “importante educar en que, cuando se padece un TCA, y yo diría que por mucho tiempo después con ánimo de evitar recaídas, comer 5 veces al día”, recomienda Povedano. “Es importante mantener un orden en las comidas, por delante de tu reconocimiento de hambre/saciedad. Preferentemente, en las comidas principales, comer 2 platos y un postre. Y algo que es muy importante: en lo posible, comer acompañado y vivir el espacio de la comida como un espacio de interacción social”.

Respecto al ejercicio, es fundamentar no verlo como una vía para perder peso, sino como una forma de llevar un estilo de vida saludable. En el caso de menores que hayan padecido o que sean más vulnerables a la hora de paceder un TCA, siempre “mejor deportes de grupo, donde se fomenten aspectos de cooperación y compañerismo”. Cuando se ha producido una pérdida de peso importante, “aconsejamos no hacer ejercicio” y que los padres estén atentos no solo al ejercicio deportivo que puedan hacer sus hijos, “sino también al abuso de paseos”.

¿Cómo dar apoyo emocional a un niño o a un adolescente con un trastorno alimentario?

Uno de los pilares angulares en la recuperación de toda persona que padece un TCA es recibir apoyo emocional. Sin embargo, “hay que tener en cuenta que la familia y amigos más cercanos también están sufriendo, se sienten cansados y frágiles durante todo este proceso”. No es fácil, por tanto, para ellos brindar a sus seres queridos la ayuda que estos requieren.

De ahí la importancia de ayudar también a los familiares a que mejoren su regulación emocional, pues también ellos necesitan atención, ya que el rol del cuidador es muy duro en los procesos de enfermedad largos. “Los estudios científicos coinciden en señalar que cierta forma de expresión emocional dificulta la recuperación y conduce a un peor pronóstico. En concreto, un entrenamiento profesional a familias orientado a reducir hostilidad, sobreimplicación y criticismo, mejora la relación con su familiar enfermo y facilita su proceso de recuperación”.

En lo que a familiares y allegados de pacientes con algún trastorno alimentario, “el apoyo profesional, la psicoeducación, para que puedan entender mejor qué hay detrás de un TCA, ayuda a reducir sentimientos de culpa, impotencia y desesperanza”.

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