Niños en la consulta de un psicólogo.©AdobeStock

Psicología

¿Cuándo es recomendable que un niño acuda a terapia?

La respuesta no depende tanto de lo que sucede en el entorno del niño, sino de lo que hace él con ese suceso que vive. Ofrecer ayuda profesional a tiempo es fundamental.

Todos los niños y niñas están inmersos en una etapa de crecimiento que no se volverá a repetir en los demás períodos de su vida, que es única y que, a nivel psíquico, les genera unos cambios muy importantes. En medio de esta etapa, que no tiene por qué ser solo la infantil, sino que abarca también la adolescencia, pueden ocurrir ciertos sucesos que nos hacen preguntarnos como padres si nuestro hijo debería acudir a un psicólogo para que les ayude a llevarlo mejor. Un ejemplo puede ser el fallecimiento de un familiar, pero también una pelea con otros niños en el colegio, la pérdida del empleo de un progenitor y la situación que se deriva en casa o un divorcio mejor o peor llevado. La respuesta, según nos dice Gema Campos, doctora en Psicología especializada en Terapia, Necesidades y Derechos de la Infancia, es rotunda: no. “No hay que consultar a un psicólogo porque se hayan dado este tipo de circunstancias en la vida de un niño o adolescente”.

Tenemos la impresión de que hay que acudir a un psicólogo cuando se da un suceso concreto, pero lo aconsejable es pedir una primera cita “cuando veamos que alguno de estos sucesos implica un cambio importante en su comportamiento, es decir, duerme peor, tiene ansiedad durante el día o deja de comer, no quiere ir al colegio ni salir con los amigos o, por ejemplo, tiene pensamientos obsesivos, se le cae el pelo o vuelve a hacerse pis en la cama”, nos explica la experta. Todo depende también de la edad que tenga nuestro hijo, pero tenemos que ver un cambio de comportamiento inusual. Entonces, ¿qué signos de alerta debemos tener en cuenta y cuándo no es necesario?

Hay que saber distinguir entre dolor y sufrimiento

Por tanto, nos explica la psicóloga, para saber si un niño debe acudir o no a terapia, “no hay que atender tanto a lo que suceda en su entorno, como la forma de actuar o la respuesta que el niño da a ese suceso en concreto”. Puede ocurrir, no pensemos que no es habitual, que los niños “no muestren ningún síntoma de afectación al respecto”. Por tanto, debemos tener en cuenta una máxima que funciona: “el dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional”. Pero esto, ¿qué significa?

La experta nos explica cómo diferenciar el dolor del sufrimiento y cuándo ver una sintomatología clara de que nuestro hijo necesita la ayuda de un profesional. Y es que, “hay ocasiones en las que, con sus propios recursos, los niños son capaces de inventar algo que les permite seguir adelante, pero hay otras en las que no”. Por ello, hay que fijarse en el comportamiento:

  • Comienza a realizar cosas que no había hecho antes.
  • Aparecen tics que no tenía.
  • Baja su rendimiento académico.
  • Pierde el interés en actividades que antes le encantaban.
  • Se vuelve un niño muy demandante, irritable o agresivo. Puede que comience a tener ansiedad.

Estos son solo algunos ejemplos que comienzan a mostrar una sintomatología que antes no tenía e, importante, “que comienza a mantenerse en el tiempo”. Esto será nuestro indicador para ver cómo el dolor ha pasado a sufrimiento y que no ha podido seguir adelante con sus propios recursos. Por tanto, no hay que precipitarse.

Cuando el sufrimiento deriva en malestar psíquico

El comportamiento continuado que hemos visto nos puede seguir de guía para saber cómo actuar, ya que, nos dice la psicóloga, “no es normal que un niño sufra todos los días”. Esto puede ir más allá y convertirse en un malestar psíquico “que impide que un niño salga de casa por estar enfermo a menudo”. Un hecho que no debe ser habitual, sino puntual. Sí que es cierto, nos dice, “que hay sucesos de los que hemos citado al principio que pueden prever una situación difícil posterior, porque son nuevos y complicados”. Sin embargo, un niño sano duerme, come, va al colegio y juega con ganas, cuentan las cosas que les pasan y expresan sus dudas y sus miedos. Cuando esto no ocurre, “cuando notamos que alguna de estas áreas se ve gravemente afectada, de manera reiterativa, con rabia, nerviosismo o tristeza, lo mejor es acudir a un especialista, podríamos haber llegado a este punto”.

¿Por qué es importante acudir a un psicólogo infantil cuando es necesario?

Para acudir a un psicólogo infantil, como hemos visto, debemos saber diferenciar entre dolor y sufrimiento (si ha existido alguna situación detonante de ese dolor), pero también no precipitarnos, no fijarnos en el suceso, sino en el comportamiento del niño. Hasta aquí, ya sabríamos cuándo acudir o no acudir. Pero, ¿y si no hay ningún suceso significativo que pueda derivar en un cambio de comportamiento, si este se ha dado sin una causa aparente?

Un ejemplo de a lo que se refiere la experta sería “cuando, de repente, en un niño aparece el miedo a que sus padres les pase algo, a ser abandonados o comienza a verse un miedo irracional que no saben explicar”. En estos casos, debemos saber que “algo no está bien y que es necesario solicitar la ayuda de un profesional”. Y es que los cambios, para un niño, no tienen que venir sí o sí por un suceso traumático externo, “sino que los cambios pueden darse por el propio desarrollo de un niño”. Por ejemplo, la entrada a la pubertad, es un buen ejemplo.

Por mucho que exista comunicación entre tus hijos y vosotros, “si vemos que pasados unos días, el tema vuelve a salir, con preocupaciones nuevas, preguntas y dudas que les inquietan, comienzan a mostrar los cambios de comportamiento que hemos citado, de nuevo, es recomendable acudir a un profesional”. De la misma manera que los pediatras monitorizan el crecimiento infantil, nos dice la psicóloga, “a nivel psíquico se dan cambios muy importantes en estos años (hay modificaciones a nivel subjetivo que les inquietan) y, en ocasiones, es necesaria la psicología infantil”. Pero, atención, nos advierte, “también es el momento de consultar si somos nosotros los que estamos inquietos con esas novedades”.

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