Padre e hijo en el baño jugando©AdobeStock

Dermatología

¿Cuándo pueden usar desodorante los niños?

Puede ser una pregunta un tanto ‘singular’ pero muy frecuente entre los padres que se enfrentan a los primeros cambios hormonales de sus hijos, desencadenados por el inicio de la pubertad. ¿Cuándo pueden usar desodorante los niños?

Cuando los niños comienzan a realizar el desarrollo puberal son muchos los cambios que experimenta su cuerpo, entre ellos, los olores corporales y un aumento considerable del sudor, en algunos casos. Puede entonces aparecer una pregunta un tanto ‘random’, como se dice ahora, pero quizás a raíz de todas estas alteraciones en el cuerpo de los pre-adolescentes, muy frecuente entre los padres: ¿cuándo pueden empezar a usar desodorante? Y es que, estos productos han sido demonizados en numerosas ocasiones, sobre todo, por sus alto contenido en químicos que pueden resultar agresivos para la piel.

La Dra. Aniza Giacaman, dermatóloga miembro de la Asociación Española de Dermatología y Venereología, nos da una serie de pautas y consejos para el uso del desodorante en niños.


¿Cuándo pueden empezar a usar desodorante?

La aparición del olor corporal, como decíamos, puede ser uno de los primeros signos del comienzo de la pubertad. Normalmente, el inicio de estos cambios se dan a partir de los 8 años en niñas, y a partir de los 9 en niños, y, precisamente, el olor corporal puede ser una señal del inicio de la llamada pubertad precoz. 

La Dra. Giacaman nos comenta que “no hay una edad concreta a la que se pueda empezar a usar desodorante. El niño puede empezar a utilizar desodorante a partir de que lo necesite, cuando comience con un aumento del sudor o del olor del mismo porque le incomode”. Es decir, no existe una recomendación generalizada para el uso del desodorante en niños, sino que en estos casos los padres deben aplicar el sentido común y comenzar a usarlo cuando comiencen a notar en sus hijos un olor fuerte.

Lo cierto es que los niños no suelen tener olor en el sudor hasta que no se da el paso a la pubertad y adolescencia, como decíamos: “Los niños no tienen olor en el sudor como lo tienen los adultos debido al desarrollo hormonal. Cuando los niños comienzan la etapa de la adolescencia las hormonas sexuales hacen que el sudor cambie su composición y que esto le dé el olor característico que tiene el sudor de los adultos”, nos explica la doctora.

Esto ocurre debido a que las glándulas sudoríparas apocrinas inician su actividad con los cambios hormonales produciendo sustancias grasas. Estas, junto con el sudor y la temperatura corporal, crean el ambiente perfecto para la aparición de bacterias, lo que provoca el mal olor.

Niño sudado después de jugar al fútbol©AdobeStock


¿Qué tipo de desodorante es mejor para ellos?

Hay que tener claro que el uso del desodorante es una necesidad cuando ya han acontecido los cambios metabólicos y así poder evitar olores desagradables, sin embargo, una buena higiene siempre será fundamental. 

Pregunta a tu pediatra si tienes dudas sobre qué desodorante comprar, pero, ante todo, debes tener en cuenta que, por norma general, lo expertos en dermatología “recomendamos que sea un desodorante para pieles sensibles y sin alcohol para evitar las irritaciones locales”, indica la Dra. Giacaman.

¿Qué hacer en los casos de sudoración excesiva?

Otro de los aspectos normales es que las glándulas sudoríparas aumenten su producción, sobre todo, las de axilas e ingles. Por tanto, se puede decir que es relativamente normal que aumente la producción de sudor durante la infancia y que después, en la adultez, se regule. ¿Qué hacer cuando la sudoración es excesiva en un niño? “Existen algunos desodorantes especiales de venta en farmacias, que tienen sales de aluminio que disminuyen la secreción del sudor. Aunque si usamos este tipo de productos es importante leer bien las instrucciones porque algunos se aplican por la noche, otros por la mañana…”, dice la dermatóloga.

En los casos en los que se trate de algo más serio, es decir, una patología, y que esta provoque una afectación mayor de la calidad de vida del niño, “utilizamos tratamientos orales como los anticolinérgicos que son medicamentos que tienen una indicación para personas que por ejemplo tienen problemas de orina y que los utilizamos para disminuir la secreción del sudor. Tienen algunos efectos adversos, por lo tanto, es muy importante vigilarlos de cerca por un médico. En otras ocasiones, cuando ya no se puede controlar con esto o es un sudor localizado como es, por ejemplo, en las axilas, utilizamos la toxina butolínica que sí da muy buenos resultados durante varios meses de tratamiento”, señala la dermatóloga para finalizar.

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