Chica con dos chicos posando para la foto©AdobeStock

Salud

Cómo saber si tu hijo o tu hija han entrado en la pubertad

La pubertad marca el final de la infancia y el camino hacia la adolescencia. El niño y la niña viven una serie de cambios en todos los órdenes. ¿Cómo identificar la entrada en esta etapa? ¿Y en qué se diferencia entre ambos sexos?

La pubertad es, técnicamente, la fase en que se produce la maduración sexual y los niños dejan la infancia para adentrarse en la adolescencia. Es el punto de partida de todos los cambios que llevarán a cada persona a convertirse en un adulto.

Pero ese proceso que conlleva grandes transformaciones no es uniforme para chicos y chicas. El Dr. Antonio Conejo, coordinador del servicio de Pediatría de Vithas Xanit Internacional, nos da las claves para reconocerlo en cada uno.

¿A qué edad es la pubertad en las chicas?

La edad en que se inicia la pubertad es variable, pues, además de factores genéticos, también influyen otros que tienen que ver con el entorno. No obstante, en España, la pubertad de las niñas se inicia entre los 8 y los 13 años, tal como comenta el experto.

Hay una serie de cambios en el cuerpo que se suceden así:

  • Desarrollo mamario, “que se inicia con la presencia de un pequeño nódulo en el área del pezón y el aumento progresivo del tamaño de la areola”, destaca.
  • Crecimiento del vello púbico. Inicialmente escaso, pero que va aumentando.

Estos dos aspectos se van desarrollando progresivamente hasta llegar a su estado definitivo. Pero, ¿qué sucede si el botón mamario o el vello púbico aparecen antes? “El botón mamario puede aparecer de forma fisiológica (normal) y transitoria durante la infancia”, comenta el pediatra. Por su parte, “la presencia de vello púbico sin desarrollo mamario no es indicativo del inicio de la pubertad, pudiendo significar alteraciones a otros niveles hormonales”, advierte.

¿Cuándo inician los chicos la pubertad?

En el caso de los chicos, la pubertad llega algo más tarde que en las chicas. Si hablamos de una pubertad normal, esta debería presentarse entre los 9 y los 14 años.

La pubertad en ellos llega de la siguiente forma:

  • Primero, hay un aumento del volumen de los testículos, “que debe alcanzar al menos los 4 ml en esta etapa inicial”.
  • Después, se inicia el crecimiento del vello en la base del pene y la piel del escroto se vuelve más rugosa y de un tono más oscura.

Al igual que pasa con las chicas, este desarrollo es progresivo y tanto el volumen testicular como el tamaño del pene y la cantidad de vello púbico van alcanzando su estado definitivo.

Madre con su hija charlando en la cama©AdobeStock

¿Qué sucede si la pubertad no llega a la edad esperada?

Para que la pubertad se ponga en marcha es necesario que hormonalmente todo encaje bien y no haya ninguna alteración. Así lo explica el Dr. Antonio Conejo: “Estas hormonas se sintetizan en una serie de órganos que se regulan entre sí, formando los denominados ‘ejes hormonales’. En el desarrollo puberal intervienen el hipotálamo y la hipófisis, que están en el cerebro, y las gónadas (testículos y ovarios)”.

Por tanto, cualquier anomalía en alguno de estos órganos podría influir provocando o el adelanto o el retraso de la pubertad. Si fuera así, el especialista de Vithas Xanit Internacional recomienda una valoración para delimitar el posible trastorno “ya que las posibles causas son múltiples (falta o exceso de producción de hormonas, efectos secundarios de algunas sustancias, algunos tipos de tumor...)”.

Cuando la pubertad no llega cuando corresponde puede haber una serie de problemas asociados, al margen del desarrollo de esos caracteres sexuales antes o después de lo normal. Si hay una pubertad precoz, “uno de los problemas más destacables es la talla baja, como consecuencia de la maduración ósea acelerada, que hace que se frene el crecimiento antes de tiempo”, destaca el pediatra.

En ambos casos, el resto de síntomas estará en relación directa con la causa que provoque el trastorno.

¿Cómo influye la pubertad desde el punto de vista emocional?

La adolescencia es un periodo de intensa búsqueda personal y de construcción de la identidad. En esa identidad hay muchos puntos que influyen, como “la autoimagen corporal, el autoconcepto, la autoestima, las habilidades de interacción social, la identidad sexual y afectiva, la identidad vocacional y la identidad ideológica y moral”, detalla el especialista.

Además, los chicos han de asumir que ya no son niños y que se aproximan a la edad adulta, lo que les supone, en la mayoría de los casos, un proceso complejo para evolucionar. En esa fase, se debaten entre su todavía dependencia de los adultos y su deseo de libertad y autonomía.

Cuando hay algún problema, tanto de retraso como de adelanto puberal, el chico puede experimentar una bajada de autoestima al considerarse diferente a los demás.

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