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ni o en un cuarto de juegos con psicologa© AdobeStock

Salud mental

Cuándo llevar a un niño al psicólogo

Que un niño necesite ir al psicólogo no tiene por qué ser nada malo sino, al contrario, puede ser muy beneficioso para su comportamiento, así como para el bienestar general del núcleo familiar. Descubre cuáles son las señales de alerta más frecuentes.


8 de septiembre de 2022 - 11:42 CEST

Acompañar a nuestros hijos a lo largo de su desarrollo físico, mental, emocional… es apasionante. A veces, durante esta evolución, podemos encontrar algunas dificultades o alteraciones que pueden hacerse preocupantes para los padres, sobre todo, cuando son a nivel psicológico porque, en muchas ocasiones, es difícil de detectar.

Puede que los problemas aparezcan sin avisar, que hayamos intuido algo desde hace tiempo, pero no queramos afrontarlo o que, directamente, no nos demos cuenta. En cualquier caso, son muchas y muy distintas las  etapas del desarrollo y crecimiento  por las que pasan los niños y, dependiendo de la edad, podrán expresarnos sus preocupaciones, emociones, sentimientos, su malestar… de mejor o peor forma, pero habrá otras en las que ni siquiera todavía sean capaces de hacerlo.

¿Cuándo deben saltar las alarmas? “En el monitoreo del desarrollo del niño se observa cómo crece y cambia con el tiempo y si tu hijo está alcanzando los típicos indicadores del desarrollo al jugar, aprender, hablar, actuar y moverse. Los padres, abuelos, proveedores de educación en la primera infancia y otros cuidadores pueden participar en este monitoreo del desarrollo. Existe una lista de cuáles son los indicadores esperados alcanzar según la edad y si notas que no está logrando alguno de ellos, puede ser bueno hablar con su médico o con el colegio para que nos orientes sobre las necesidades de su caso”, indica la Psicóloga Clínica Infantil (@psicocoachkids), Yugle Rivas.

Asimismo, las visitas rutinarias del pediatra  también deben ser indicadoras para detectar algún problema en el peque si lo hubiera. “El pediatra debe hacer un monitoreo del desarrollo en sus revisiones. Y el médico o el enfermero, incluso, pueden haceros preguntas acerca del desarrollo de vuestro hijo, o hablarán y jugarán con el niño para ver si se está desarrollando y alcanzando los indicadores a los que hacíamos referencia. Y es que, un indicador del desarrollo que no se ha alcanzado podría ser un signo de un problema, por lo que el médico u otro especialista realizará una observación con más detenimiento usando una prueba o examen más rigurosos. Pero también es importante saber que, en la mayoría de los casos, los síntomas de alarma en niños son referidos por el colegio y profesores”, añade la coach.

Momentos clave para llevar a un niño al psicólogo

Hay diversas situaciones en la vida en que, si ya son difíciles de asimilar por un adulto, para un niño todavía se hacen más complicadas. Cambios drásticos familiares, encajar determinadas circunstancias, edades que pueden resultar muy confusas,  sentimientos desbordantes , momentos traumáticos… pueden provocar alteraciones en el comportamiento de nuestros hijos, que conllevan una serie de señales que nos hagan sospechar que algo está pasando.

Estos cambios pueden ser desde cognitivos hasta emocionales como, por ejemplo, déficit de atención, menor capacidad de concentración, un desarrollo del lenguaje más lento del estipulado como normal o del habla, ausencia de  respuestas emocionales , mutismo selectivo, irritabilidad constante, pesadillas, agresividad, aislamiento, rebeldía, miedo intenso… Pero, ¡eso sí! Cualquier conducta debe tener su grado de ‘gravedad’, por tanto, los padres deben ser pacientes y considerar qué está para ellos dentro de los parámetros de la ‘normalidad’.

“Los niños a lo largo de su desarrollo físico y mental pasan por diferentes etapas en las que los padres deben estar a su lado para acompañarlos. En ocasiones, durante estas etapas los progenitores pueden observar determinados comportamientos o señales que consideran preocupantes. Y, es justo en este momento, cuando es necesario acudir a profesionales expertos con el fin de despejar todas vuestras dudas, y que os ayuden a sobrellevar ciertos cambios en los niños”, sugiere la psicóloga.

Aunque no existe una edad específica, se considera que, “a partir de los 3 años, incluso a los 24 meses, es una edad óptima para acudir a un psicólogo infantil para que realice una valoración en caso de sospecha de autismo o alguna  alteración en el lenguaje o desarrollo ”, recomienda la experta.

Niña jugando con psicologa infantil© AdobeStock

¿Cómo ayuda el psicólogo tanto al niño como a la familia?

Una de las funciones principales de estos especialistas será orientar a los papás sobre cómo actuar con los peques de la casa, los cuáles “pasan por diferentes fases durante su crecimiento con sus propias particularidades”, insiste la psicóloga. “Los expertos en psicología infantil ayudarán a los padres a identificar qué comportamientos y habilidades son propios de cada edad, y ayudarán a entender mejor a los niños”, señala.

Y es que, como muchos expertos dicen, no hace falta que haya un problema para que un niño,  un adolescente  o un adulto vaya al psicólogo porque los beneficios que aporta ir a terapia son muchos, tal y como enumera la experta:

  • Disminuir los conflictos en casa y escuela.
  • Conseguir el bienestar en todos los círculos del pequeño o pequeña.
  • Potenciar el desarrollo emocional y personal.
  • Adquirir estrategias para solucionar sus problemas.

Y, por supuesto, esto también repercutirá en el núcleo familiar de forma positiva:

  • Entender mejor el funcionamiento de tu hijo o hija.
  • Adquirir pautas educativas para un mejor clima familiar.
  • Recuperar la tranquilidad en casa.
  • Mejorar las relaciones dentro del núcleo familiar.