Consejos para que los bebés duerman con calor.©AdobeStock

Niños

Consejos prácticos para que el calor no afecte al sueño de tus hijos

Las altas temperaturas que tenemos desde principios de verano alteran (y mucho) el descanso de los más pequeños, ¿sabes cómo puedes ayudarle?

No solo nuestro país, sino que prácticamente todo el continente europeo está viviendo una ola de calor sin precedentes que está afectando (y mucho) a toda la población. Las temperaturas no dan descanso y en pocos puntos de España se sitúan por debajo de los 30°C. Aunque parece que en un par de semanas los grados remiten, aún nos quedan unos cuantos días en los que salir a la calle en las horas centrales del día está prácticamente prohibido y nadie quiera salir del agua del mar o la piscina, depende de la fortuna que tengas. La concentración de tanto calor hará, además, que esta sensación de bochorno se dilate en el tiempo.

Sin duda, nuestra rutina diaria se está viendo afectada, pero si hay algo que se ha convertido en algo que solo consiguen unos pocos, es dormir toda la noche del tirón, sin despertares nocturnos. Los niños pequeños, por mucho que disfruten ahora mismo de unas merecidas vacaciones, son uno de los colectivos que más lo sufren. Es más, los bebés más pequeños no saben regular bien su temperatura corporal. Si no duermen bien, no descansan. Y si no descansan, no solo su día a día se verá afectado, sino también el de sus padres.

Por eso, hemos querido pedirle a Susanne Willekes, experta y coach del sueño en GoStudent, que nos de unos cuantos consejos muy prácticos y rápidos para ponerle remedio a esta situación y que nuestros pequeños duerman, al menos durante esta recta final, lo mejor posible.

Tips para afrontar el calor y que no afecte al sueño de los niños

“Dormir tiene un efecto positivo en el estado de ánimo, la capacidad de recuperación, el desarrollo del cerebro, la memoria, el peso, la motricidad, el nivel de energía y el sistema inmunitario” de nuestros hijos, nos explica la experta. Por ello, es fundamental y necesario garantizar el sueño de los niños, no solo para que aprovechen sus vacaciones de verano, sino para que puedan volver al colegio en septiembre repletos de energía.

Para ello, nos dice la experta, debemos saber que el calor y la luz son dos de los factores que más perturban su sueño y, por ende, su descanso. Así, los consejos que nos ofrece van encaminados, no solo a luchar contra las altas temperaturas, sino también allevar mejor el horario de verano que puede ayudar a esta falta de relajación.

  • Para evitar el calor durante el día, debemos mantener las persianas y cortinas cerradas, pero también hacerlo a la hora de llevar a nuestro pequeño a la cama, porque si ve luz, le será mucho más complicado dormir. Sin embargo, si observamos que las temperaturas bajan un poco al principio de la tarde, abrir para que entre el viento y salga el mayor calor posible. Esto se aplica también por la noche.
  • En caso de contar con una habitación en el piso superior, (por ejemplo, si vives en un ático), lo mejor es abrir una ventana de ese espacio, pues el calor siempre sube.
  • En la cama, utiliza fundas de algodón y descarta el resto de materiales que retienen más el calor. Si, por ejemplo, las camas de tus hijos tienen las típicas fundas de plástico para que no mojen la cama, en verano, es mejor prescindir de ellas aún a pesar del riesgo de fugas.
  • En casos de mucho calor, se puede poner la ropa de cama o la funda de la almohada e, incluso, el peluche con el que duerme nuestro hijo dentro de una bolsa de plástico en el congelador. Antes de irse a dormir, lo pondremos de nuevo en la cama.
  • Para dormir, los bebés solo deben contar con el pañal o con un body. En el caso de tener más edad, que lo hagan solo con ropa interior.
  • Realizar un baño o ducha antes de acostarse. De esta forma, conseguimos que la temperatura corporal baje y la hormona del sueño (conocida como melatonina) aumente. Dos hechos que facilitan la conciliación del sueño.
  • También podemos rociar a los más pequeños con un spray de agua en el pelo o en la cara, o bien acostar a tu hijo con el pelo mojado o un paño húmedo cerca.
  • Utilizar un ventilador portátil, evitando la exposición directa a él o situarlo demasiado cerca. Además, puedes incluso congelar una botella pequeña de agua y colocarla delante de él.

Por último, nos dice la experta, es muy importante “mantenerlos hidratados durante todo el día con agua fresca” o, en el caso de ser un bebé con lactancia materna o artificial, asegurarse de que está bien hidratado y se ofrece el pecho o el biberón a demanda. Cuando más hidratados lleguen a su cama, mejor.

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