Mujer pariendo de la mano de su pareja©AdobeStock

Parto

Por qué es tan importante el acompañamiento en el parto

Los beneficios de que la madre esté acompañada durante el parto son múltiples y está demostrado científicamente. Estrechar vínculos con el bebé, reducir el estrés y la ansiedad, así como facilitar el parto para que este sea más natural y fluido son solo algunos de ellos.

Un estudio realizado recientemente afirmaba que el 62% de las embarazadas no estuvo acompañada durante el parto durante los primeros meses de la pandemia de la COVID-19. Pero no solo tenemos que hablar de esa cifra, sino que, durante ese mismo tiempo, el mismo estudio apunta que el 42% de las mujeres tuvo dificultades para obtener la ayuda adecuada durante el trabajo de parto y el 31% con la lactancia. ¿Qué repercusiones tiene esto en la madre? Estamos acostumbradas a ver siempre cómo el papá, o la persona que elija la madre, acompaña a la mamá durante un momento tan importante en la vida de una mujer como es dar a luz a su hijo, y esto es algo considerado completamente normal. Pero más allá de ser algo normalizado, es algo necesario para la madre por varios motivos.

“El parto probablemente sea de las experiencias más intensas emocional y físicamente que la mujer vivirá en su vida, es un momento vital que se puede vivir con mucha vulnerabilidad y, por ello, el papel del acompañante es clave. De este modo, es altamente recomendable que la mujer se encuentre acompañada porque recibirá apoyo emocional de una persona muy significativa para ella, podrá aliviarle el dolor mediante masajes y mensajes de ánimo, podrá acompañarla en las respiraciones y en los momentos de más dolor dándole la mano. En definitiva, la mujer tendrá a una persona todo el tiempo que estará por ella y se sentirá cuidada, esto en un momento tan intenso emocionalmente reduce enormemente el estrés y favorece que el parto se desarrolle de una forma más natural y más fluida”, afirma la psicóloga perinatal Cristina Cruz de @mamanoestassola.


Los días de hospital, ¿también sola?

Pero si el momento del parto es importante, no lo son menos los consiguientes, es decir, cuando la mamá ya está en la habitación con el pequeño. Durante la pandemia en muchos hospitales tampoco se daba la posibilidad de que la madre estuviera acompañada en la habitación con el bebé y todo lo que ello conlleva: cambio de pañales, lactancia, falta de sueño, dolores posparto (sobre todo si se trata de una cesárea en las que los movimientos son muy limitados durante los primeros días).

Y es que, “una vez está la mamá en la habitación, el papel del acompañante también es muy importante, pensemos que en este momento se empieza a instaurar la lactancia y esto puede generar muchas emociones. Es importante que la mamá cuente con el apoyo de una persona significativa para ella, no podemos derivar todo el apoyo emocional en los profesionales, porque, aunque su función es primordial para el inicio del postparto, la mamá necesitará a alguien de confianza para poder hablar y sentirse comprendida”, explica la psicóloga. “De nuevo una mamá sola en un momento tan significativo, es generarle un cúmulo de estrés que no favorece nada al posparto inmediato y al vínculo con el bebé”, asegura.

Embarazada sobre fitball acompañada por su pareja©AdobeStock


¿Qué consecuencias tiene este ‘no acompañamiento’?

Existen muchos estudios que afirman que el acompañamiento en estos momentos puede ser definitivo ya que brinda muchos elementos positivos a la familia, y no solo durante el parto, sino que este acompañamiento debe iniciarse desde el embarazo. Hoy en día los padres se quieren implicar más en la crianza de los hijos, por ello, la gestación es el momento ideal para comenzar a estrechar vínculos, así como en el posparto inmediato, con el contacto piel con piel con el padre.

¿Qué ocurre cuando todo esto no es posible por algún motivo? “Las consecuencias para la mamá de haber estado solas en un momento tan importante en sus vidas son muchas y tienen un impacto muy fuerte en su psique”, asegura la experta. “Muchas sienten que no han podido compartir una experiencia tan relevante con la persona que querían y que, por ello, no ha sido tan especial como esperaban, muchas otras han sentido miedo e incertidumbre de no saber qué pasará y por no tener a nadie con quién compartir estas emociones. De este modo, en la consulta cuando hablan de su parto muestran ansiedad y rabia por no haber tenido a su pareja o persona significativa con ellas y expresan que creen que se hubieran sentido de diferente modo en su parto si hubieran podido estar acompañadas en todo momento”, señala la psicóloga.


Partos respetados, ¡siempre!

Actualmente existen los ‘planes de parto’ que son aquellos documentos en los que la madre plasma cómo quiere que se realice y se lleve a cabo todo lo que rodee al parto. La mujer está en todo su derecho de hacerlo y por eso existen.

Esto es extensible al concepto de parto respetado, es decir, cuando se respeta la decisión de la madre en todo momento, siempre y cuando, no ponga en peligro la salud ni de ella ni del bebé. La experta nos lo explica de una manera más formal, y nos dice que “el parto respectado consiste en respetar la fisiología del propio parto disminuyendo todas las intervenciones que no sean necesarias, respetando los deseos y necesidades de la mujer para que ella sienta que tiene el control de su cuerpo y de su propio proceso (importante que pueda estar acompañada si así lo desea)”.

Por tanto, en todo momento, la madre debe estar informada de lo que está sucediendo para que pueda tomar las decisiones que crea oportunas “o sienta que se le tiene en cuenta para ello. Y, finalmente, que se favorezca el piel con piel con el bebé y que se generen las menores interferencias en la lactancia”, continúa explicando la psicóloga. De este modo, es importante cuidar todos estos aspectos para favorecer que “la mujer se sienta empoderada en su postparto y sienta que su parto ha sido una experiencia plena y satisfactoria”, concluye.