Mujer embarazada escribiendo un plan de parto©AdobeStock

Parto

¿Sabes cómo elaborar tu plan de parto?

Las mujeres acceden cada vez más a la maternidad de manera más informada. Esto les ha permitido saber que pueden decidir sobre algunos protocolos en el momento de dar a luz. Se hace a través de un plan de parto. Esto es todo lo que hay que saber sobre ellos.

El plan de parto y nacimiento es “un instrumento para que las mujeres puedan expresar por escrito sus preferencias y expectativas en relación a la atención que desean recibir”, explican desde el Ministerio de Sanidad.

Así, habrá algunas que no se plantean determinadas cuestiones, como la administración de medicamentos para acelerar el parto o la realización de una episiotomía, pero para otras son cuestiones fundamentales sobre las que tienen una opinión, que desean sea tenida en cuenta. La forma de canalizarlas es a través de este documento.

¿Cuándo y dónde se presenta el plan de parto?

El plan de parto y nacimiento se puede presentar en cualquier momento del embarazo, pero hay que tener en cuenta que la evolución del mismo es imprevisible, por lo que los expertos recomiendan hacerlo entre las semanas 28 y 32 de gestación. En ese momento, la mujer puede tener las ideas más claras y saber con más precisión el tipo de parto que podría tener.

En el Ministerio de Sanidad hay un modelo de plan de parto que puede servir como guía para la mujer. Es decir, se trata de un derecho ya plenamente establecido. Además, en muchas consejerías de Sanidad (hay que recordar que las competencias en esta materia están transferidas) también disponen de sus propios planes de parto para la usuaria.

En todo caso, se puede entregar el modelo que se quiera. Así, se puede hacer llegar al equipo obstétrico que esté atendiendo a la mujer, presentarlo por vía electrónica (en algunos casos) o ante el departamento de atención al paciente.

Embarazada escribiendo un plan de parto©AdobeStock

¿Qué pasa cuando el equipo médico recibe el plan de parto?

La mujer tiene derecho siempre a ser tenida en cuenta, al igual que el resto de pacientes en cualquier acto médico. Esto significa que el pan de parto actúa a modo de un consentimiento informado. Ese consentimiento se puede revocar en un momento determinado. Por ejemplo, si en su plan de parto la embarazada había dicho que no quería la epidural y luego en el transcurso del trabajo de parto cambia de idea, puede pedirla.Y no hace falta que lo haga por escrito; con hacerlo de forma verbal, ya vale.

Gracias a este documento, el equipo médico conocerá cuáles son los deseos de la mujer. Y lo hará de forma previa y no en el mismo instante del nacimiento, donde ella se encuentra en una situación más vulnerable desde el punto de vista emocional. Si alguna de las peticiones de la gestante no quedan claras, los obstetras pueden hablar con ella previamente al día del nacimiento.

Hay que tener en cuenta que en el parto pueden ocurrir circunstancias no previstas, por lo que, tal como apunta la Consejería de Sanidad de Andalucía, este documento ofrece “la posibilidad de expresar sus preferencias para aquellos aspectos en los que existen alternativas igual de eficaces y seguras”. Hablamos de un parto normal y sin complicaciones, pues, de no ser así, el quipo médico tendrá que actuar garantizando la situación que conlleve menos riesgo y mayor salud para madre e hijo.

¿Sobre qué se puede decidir en un plan de parto?

Hay muchos aspectos que intervienen en el parto y en el nacimiento del bebé y sobre los que la mujer tiene potestad para indicar sus preferencias a través de este documento. Son, entre otros:

  • Acompañantes durante el proceso. La mujer puede indicar si quiere estar acompañada o no, y por quién. Además, puede pedir que en el momento del parto solo estén presentes los sanitarios que participen activamente (y no otros que se estén formando).
  • Postura durante la dilatación y el parto. Se puede mostrar preferencias sobre cómo abordar estas fases: sentada, en cuclillas...
  • Manejo del dolor. La embarazada puede pedir o renunciar a la epidural o solicitar (si hay posibilidad en ese centro) la administración de otro tipo de analgesia como el óxido nitroso. También puede demandar material de apoyo como cuerdas, pelotas, cojines... o una inmersión en una bañera de agua caliente (que reduce el dolor durante la dilatación).
  • Aceleración del parto. En este punto, la gestante puede consignar si rechaza algunos métodos para acelerar el parto, como son la administración de oxitocina sintética o la rotura de la bolsa amniótica.
  • Nacimiento del bebé. La madre puede expresar su deseo de que no se corte el cordón umbilical de forma prematura, de donar la sangre del cordón o de mantenerse piel con piel con su hijo e iniciar la lactancia de forma precoz.
  • Cuidados del bebé. También en este punto, es posible destacar si la higiene del recién nacido la realizará la propia madre o su acompañante o desea que la hagan en el hospital, así como el resto de rutinas que afecten al bebé durante su estancia en la maternidad.

Si hay alguna circunstancia especial que tiene que ver con el idioma o con la cultura de la madre, también puede indicarse en el plan de parto.


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