Existe tantísima información sobre la lactancia materna que es complicado saber qué hacer cada vez que nos entra una duda al respecto. Si en algo coinciden los expertos es que la lactancia materna ha de ser un acto deseado y gratificante para la madre.

Hablamos con Mamen Baeza Hernández, terapeuta ocupacional y sexóloga especializada en maternidad y mujer, para que, en caso de querer iniciarnos en la lactancia materna, lo hagamos con plenas garantías de éxito:

1. Infórmate

Estar bien informada antes del momento del parto es fundamental, además de entender tu fisiología y práctica de la lactancia. “Esta información la podemos recoger a través de la matrona que nos lleve el caso o bien mediante los grupos de lactancia que existan en nuestra ciudad”, apunta.

“La lactancia materna tiene muchísimos beneficios, tanto para la madre como para el bebé, y muchos de ellos se desconocen. Yo soy una firme defensora de que se informe bien a las mujeres para conseguir una lactancia materna exitosa. Pero de lo que soy aún más defensora es de la libertad de la mujer a la hora de elegir lo que es mejor para ella y su bebé en su situación particular, lactancia materna o artificial”, añade Baeza Hernández.

2. Las primeras horas del parto son fundamentales

Las primeras horas del parto, tanto si ha sido parto natural como cesárea, son fundamentales: “Ese contacto de piel con piel que se establece al principio es fundamental para que se establezca el vínculo de apego y para conseguir que se genere ese agarre espontáneo al pecho que nos dará muchas pistas para conseguir una lactancia materna exitosa”.

3. No es aconsejable dar tetina ni chupete que interfiera en el agarre al pecho

Utilizar biberón y chupete interfiere en el aprendizaje de la succión del pecho materno. En concreto, Baeza Hernández confiesa que es mejor esperar tres o cuatro semanas para darle tetina o chupete, hasta que la lactancia esté bien establecida.

La razón que da es que el bebé puede confundirse a la hora de ponérnoslo en el pecho, generando así problemas de agarre y dando lugar a grietas o problemas por el estilo. “Al acostumbrarse a la tetina luego le costará más cogerse al pecho. Sólo deberíamos hacerlo cuando el personal sanitario nos lo recomiende por problemas de salud”, matiza.

4. Entender que la madre necesita descansar

Asegura que es importante limitar las visitas, tanto en el hospital como en casa. Es lógico que cuando nace un bebé se tengan ganas de ir a conocerle y mimar a la madre recién parida. Sin embargo, cuando una mamá da a luz está cansada y necesita reponerse.

“Necesita calma y conocer al bebé, así como que su bebé la conozca a ella. Además, si es una mamá lactante necesita ese tiempo de calma para que las tomas sean tranquilas y puedan ser más exitosas”, sostiene.

5. La lactancia es a demanda

Esto implica que son las veces que el bebé quiera, a la hora que quiera y en la cantidad que lo desee. Para ello hay que tener paciencia, está claro. Pero no hemos de volvernos locas con si el bebé tiene hambre o no. Si necesita comida lo pedirá y nos daremos cuenta.

6. Descansar cuando el bebé duerma

Se recomienda aprovechar para descansar en el momento en que el bebé duerma. Sobre todo porque así disfrutaremos, o al menos lo intentaremos, de momentos de tranquilidad; más que necesarios sobre todo al principio, que puede llegar a ser agotador.

7. Apoyarnos en la pareja (en caso de tenerla)

Mamen Baeza Hernández garantiza que es necesario apoyarnos en nuestra pareja para gestionar todo el resto de las tareas: “Tenemos que aprender a delegar en la otra persona”. Si no empiezas a hacerlo, con el tiempo, podrías verte superada por la desigualdad en el reparto de tareas. Confía en la otra persona, puede hacerlo igual de bien.

8. Amamantar no duele

Hemos de entender que amamantar no duele, sino que es un mito que se ha generado alrededor de la lactancia. “No es cierto. Si duele es porque está habiendo algún problema y tiene que verlo un profesional”, apunta la experta.

9. Dar de mamar no implica prescindir de tus relaciones sociales

Dar de mamar no implica prescindir de las relaciones sociales y familiares. Por eso, una de las opciones que propone la experta es el porteo, un sistema de transporte que permite el contacto constante entre el bebé y el cuidador.

“Nos va a ayudar a identificar las necesidades de nuestro bebé de una manera más anticipada y también podremos cubrírselas más rápidamente. Además, el porteo viene muy bien porque podremos dar el pecho de manera más tranquila y el beneficio de tener mientras las manos libres para hacer otra cosa es de gran ayuda”, añade.

10. Confía en ti

Recuerda que debes confiar en ti y en tus capacidades como madre que eres. Otro de los temas que suceden mucho durante la lactancia y los primeros meses de maternidad, en general, es que las inseguridades de las mamás aumentan con la cantidad de opiniones que reciben de la gente.

“Para que esto no ocurra, ocurra lo menos posible o sepamos gestionar adecuadamente cuando pase, es muy importante que las futuras mamás y sus parejas estén bien informadas de antemano. El conocimiento es poder y empodera”, asegura la experta en maternidad y crianza.

Además, acudir a grupos de lactancia o de mujeres en los que te sientas arropada por otras mujeres que están pasando por tu misma situación, o que ya cuentan con experiencia vivida en sus propias carnes, es clave. “Lo estás haciendo genial, que no te quepa duda”, concluye.

En cualquier caso, Mamen Baeza Hernández asegura que es fundamental acudir a un especialista en lactancia cuando sientas que algo podría mejorar o directamente no va bien.