Niña sentada en orinal©AdobeStock

Niños

¿Por qué mi hijo tiene miedo a ir al baño y cómo puedo ayudarle?

El miedo a ir al baño que ocurre en los niños puede deberse a factores psicológicos o causas orgánicas, pero, en cualquier caso, es parte de su proceso evolutivo y madurativo. Aquí tienes algunos consejos si estás atravesando por una situación así.

Entre los 2 y 4 años es cuando se considera que el niño está suficientemente maduro para comenzar con el proceso de la retirada del pañal. Una etapa nada fácil, que no ocurre de la misma manera ni al mismo tiempo en todos los peques, ya que dependerá mucho de su madurez y de su estado evolutivo, y en la que pueden aparecer distintas fobias como por ejemplo, el miedo a ir al baño.

Los motivos por los que ocurre esto se deben a distintos factores psicológicos como son la llegada de un hermanito, la pérdida de un ser querido, el miedo a las heces, la intensa etapa de la retirada del pañal entre otras muchas razones… Pero también puede darse por causas orgánicas como patologías relacionadas o la retención de heces.


“El miedo a ir al baño es una realidad que sufren algunos peques, generalmente, por haber vivido situaciones traumáticas relacionadas con los esfínteres. Ya sean situaciones físicas como haber sufrido un estreñimiento grave o doloroso, o bien por situaciones emocionales, como sentir sensación de desamparo o inestabilidad en el uso del retrete. Además, algunos peques pueden verse forzados al uso del baño cuando quizás no están preparados o bien se sienten incómodos para ello. Por tanto, esto les genera ansiedad que provoca rechazo o evitación”, nos cuenta la psicóloga infantil, Raquel García (@elrincon_deinfantil).

 

Esta situación traumática pueden haberla vivido bien de forma real o bien porque el peque la haya imaginado. Esto quiere decir, según la experta, que hay algunos niños que realmente se han sentido forzados y, por ello, generan rechazo a ir al baño; y hay otros para los que no ha sido así, pero se han imaginado ciertas situaciones con el inodoro que le has producido sensación de miedo y, por eso, han desarrollado el rechazo.

Niña sentada en el inodoro©AdobeStock


Qué nos puede hacer sospechar que algo pasa…

Si ves que tu hijo tiene comportamientos un tanto extraños a la hora de ir al baño, que dice expresamente que no quiere ir, que quiere que le acompañes siempre o que le da miedo ir solo, o solo con el hecho de hablar de la situación se pone nervioso… debes comenzar a plantearte que quizás esté pasando por una fobia, pero que, por otro lado, es totalmente normal y forma parte de este proceso evolutivo.

Lo principal en este caso es que no se convierta en una experiencia traumática y que pase como una etapa más de su desarrollo. La psicóloga nos dice que para saber si realmente un niño tiene miedo al baño: “Conviene analizar su actitud ante la exposición a la situación. Un signo muy claro es la negativa ante cualquier elemento o experiencia que esté relacionado con ir al baño. Por tanto, podremos observar un lloro intenso y descontrolado ante la acción de sentarlo en el retrete o bien la palidez de la cara acompañada de sudoración. Si, además, cuando hablamos del tema fuera del entorno del baño, el peque elude la conversación o incluso también manifiesta alguno de los síntomas comentados anteriormente, estaríamos hablando de un miedo excesivo que puede convertirse en fobia si no se trabaja de forma adecuada”, advierte.


Qué hacer si tu hijo está atravesando por esta situación

La base para que tu hijo se vaya sintiendo cada vez mejor y sea capaz de enfrentarse a la situación es transmitirle toda la confianza, seguridad y tranquilidad del mundo a la hora de ir al baño. Pero, sobre todo, hay que ser comprensivos y acompañarles, durante esta etapa, de la forma más tolerante sin reñirles si alguna vez tienen algún ‘escape’ o no te avisa cuando se está haciendo pis o caca, porque no quiere ir al baño. “Lo principal en estos casos es hacer una exposición al miedo de forma progresiva y respetuosa. Es decir, hay que ir motivando a que el peque vaya afrontándose al miedo poco a poco y con pasos muy concretos. Podremos empezar con algo imaginado como un cuento o una imagen de un peque haciendo sus necesidades en el baño. Luego pasaríamos a algo más concreto como realizar una acción en el baño: tirar de la cadena o simplemente tirar papel por el inodoro. Luego a algo más específico, como podría ser sentarse en el inodoro, y finalmente hacer ahí sus necesidades, que sería el objetivo final. La clave está en ir pautando de forma muy paulatina estas aproximaciones, e ir animando y motivando siempre desde el aliento y la confianza. Que el peque se sienta validado y seguro de que el adulto confía en él, es vital para que afronte su miedo”, afirma la psicóloga.

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