Niños con diabetes en el colegio.©AdobeStock

Salud Infantil

Si tu hijo es diabético, crea un entorno seguro para su vuelta al cole

Te contamos qué debes tener en cuenta para un regreso seguro y por qué es importante la implicación de toda la comunidad educativa

La diabetes es una de las enfermedades crónicas más frecuentes en la edad pediátrica y el colegio es el entorno en el que los niños pasan, a partir de este mes de septiembre, la mayor parte del día. Por tanto, la diabetes no debe ni puede impedir que realicen las actividades propias de su edad y todas las que se desarrollen en el ámbito escolar, pero sí que debemos tener en cuenta su caso concreto y, desde casa, prepararles bien para darles, sobre todo, seguridad.

Para ello y para facilitar la integración escolar y social, lo que ayudará a que el niño normalice su situación, es indispensable que tanto los profesores como todo el equipo de educadores del entorno escolar estén completamente informados y conozcan algunos aspectos importantes de la enfermedad. Así nos lo aconseja la Dra. Miriam Rubio Santos, responsable médica de diabetes en Lilly España, un laboratorio farmacéutico especializado en esta enfermedad. Con ella hemos querido hablar para que nos explique cómo afecta la diabetes en el día a día de un niño en el colegio y cómo debemos preparar, tanto al niño como al entorno, para no tener problemas.

Con carácter general y a modo de introducción, nos dice, “los niños con diabetes deben poder participar en las mismas actividades que el resto de sus compañeros, siempre teniendo en cuenta los cuidados y recomendaciones específicas, por lo que la formación del a comunidad educativa y el entorno escolar es clave para conseguir la seguridad e integración de estos niños”.

El control de los niveles de azúcar en sangre es fundamental

La diabetes mellitus es una enfermedad caracterizada por un aumento de la glucosa (azúcar) en sangre y que se produce, bien por un defecto en la secreción de la hormona insulina, bien por una alteración en su acción o bien por una combinación de ambas. Este aumento de glucosa en sangre, si no se controla adecuadamente, a largo plazo puede provocar alteraciones en diferentes órganos y sistemas. La más frecuente en niños y adolescentes es, nos confirma la doctora, la diabetes de tipo 1, la que se caracteriza por un déficit en la producción de insulina, aumentan los niveles de glucosa en sangre y es donde pueden aparecer los problemas.

Por eso, para corregir esta disminución, los niños que la sufren deben controlar muy bien estos niveles, tomando mediciones frecuentes para intentar que suban -produciendo una hiperglucemia- o que bajen - produciendo una hipoglucemia- y se produzcan alteraciones graves que necesiten ser tratadas de inmediato. Para ello, se les da un aparato llamado glucómetro y todo lo necesario para que ellos mismos puedan administrarse la insulina. Un acto que, como nos explica la doctora, “debe realizarse también durante la jornada escolar”.

Aquí es donde encontramos el mayor efecto de la diabetes en el día a día de un niño con diabetes en el colegio. La formación, en este caso, de los niños y educadores es fundamental. Porque controlado y normalizado este primer paso, no tiene por qué existir problema.


Lo mejor es que “aprendan de manera temprana a realizarse de manera autónoma estos controles, siendo recomendable que se planifiquen de manera que puedan hacerse durante toda la jornada escolar, aduecuándolos al horario del niño y adaptándolos a los recursos necesarios”, nos dice la doctora. Si el niño es muy pequeño, no podrá hacerlo, “con lo que los profesores deben saber cómo realizar la medición y en qué momento, así como conocer qué valores son los adecuados y cómo actuar en caso de ser necesario”.

La formación de la comunidad educativa

Para poder ayudar al niño, sobre todo si es muy pequeño, a normalizar y controlar su enfermedad, la comunidad educativa, con el consentimiento de la familia, será formada por el equipo sanitario para entender el plan de actuación específico de cada niño. Las indicaciones, siempre que se pueda, nos dice la doctora, “deben ser por escrito en un lenguaje sencillo”. Es fundamental conseguir una buena coordinación y comunicación entre los profesionales sanitarios, los padres o tutores y el centro educativo, debiéndose iniciarse lo antes posible. Es la mejor manera de garantizar la calidad de vida del niño diabético en el colegio.

Y a tu hijo, ¿cómo debes prepararle?

El niño debe ser, en todo caso, conocedor de su condición y de las precauciones que debe tomar para controlar la diabetes, pero también es importante normalizar la situación. Para ello, deberías aprovechar la vuelta al colegio para:

  • Enseñarles cómo mantener una dieta saludable en todo momento.
  • Realizar actividad física regular.
  • Aprender a realizar un autocontrol y ser muy responsable de su salud, explicándole su diagnóstico.
  • Enseñarle cómo administrarse la insulina de forma autónoma, de acuerdo con sus capacidades. Así, un niño en Educación Primaria, por ejemplo, ya puede colaborar en la medición de la glucemia y en la administración de la insulina. Ya con 10 años podrá, incluso, administrársela él mismo bajo supervisión.

Por eso, es importante, nos dice la doctora, “que le ayudamos a afrontar la vuelta a las clases de una manera positiva, transmitiéndole toda la información necesaria para que se sienta seguro en el colegio y facilite su integración”. Las recomendaciones específicas del tratamiento se establecerán por el propio equipo de profesionales sanitarios que le atienden, pero igualmente debe conocerlo, con todas sus pautas y dosis diarias.

En el caso de quedarse en el comedor, ¿necesita una dieta especial?

Una adecuada y equilibrada alimentación, nos explica la doctora, “son parte de las herramientas de control de la diabetes, ya que una dieta saludable es fundamental para asegurar un equilibrio nutricional correcto, favorecer un crecimiento normal, evitar tanto las hiperglucemias como las hipoglucemias y fomentar los hábitos saludables”. Sin embargo, la alimentación de un niño con diabetes debe ser muy similar a los niños sin diabetes, estableciendo algunas recomendaciones fundamentales:

  • Deben comer a diario lácteos, frutas, verduras y ensaladas.
  • Los hidratos de carbono complejos y la fibra favorecen que la glucemia se eleve lentamente, por lo que son importantes en la alimentación de los niños con diabetes.
  • Se deben evitar, al igual que en resto de niños en edad escolar, bollería y todo tipo de dulces.
  • Se deben limitar las grasas saturadas en la alimentación de todas las personas, especialmente en las que tienen diabetes, y lo recomendable es que la dieta incluya, al menos, 5 raciones de fruta y verdura al día.

Por tanto, si el niño con diabetes come con el colegio, “éste debe informar a los padres del plan de comidas diario para que se pueda realizar los ajustes necesarios”.

¿Pueden hacer ejercicio físico como los demás niños en clase?

“Pueden hacer ejercicio y, de hecho, es lo más recomendable”, nos dice la doctora. En los niños y adolescentes con diabetes, el ejercicio físico puede ayudar a mejorar el control glucémico, por lo que se recomienda la realización de ejercicio físico como herramienta importante para el tratamiento de la diabetes. Es más, desde Lilly España han organizado, por octavo año , la Diabetes Cup, para fomentarlo.

En cuanto a la realización de ejercicio físico en la escuela, es importante mencionar algunos aspectos:

  • Ver la planificación de las clases, teniendo en cuenta el horario y la actividad programada (tipo e intensidad). Se recomienda la medición de la glucemia antes de iniciar la actividad física.
  • Se recomienda además que el profesor tenga conocimientos sobre cómo repercute el ejercicio en la glucemia, anime al niño a realizarse sus controles y sepa cómo actuar en caso de que surja alguna complicación como una hipoglucemia.
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