Guía para empezar a lavarse los dientes con pasta y cepillo©AdobeStock

Salud Infantil

Guía para empezar a lavarse los dientes con pasta y cepillo

Hacerlo correctamente desde el principio conseguirá inculcarles un hábito que les acompañará toda la vida

El cuidado de la salud bucodental de los más pequeños comienza desde muy temprano. Antes, incluso, de lo que nos imaginamos, porque no necesitamos que aparezcan las primeras piezas dentales para comenzar a preocuparnos por ella. Así, los expertos recomiendan iniciar el cuidado de la boca antes de la erupción de los dientes de leche. Son tareas tan sencillas como el uso de una gasa para limpiar las encías y mucosas del bebé, tanto después de cada una de sus comidas como antes de irse a dormir. Sin embargo, estos hábitos, pueden asegurarnos una buena salud bucodental posterior. Y una vez le hayan salido los primeros dientes, ha de iniciarse el hábito del cepillado. Para saber cómo hacerlo correctamente, cuándo comenzar y qué productos elegir, ten en cuenta esta pequeña guía.

¿Cuándo y cómo empezar a cepillarse los dientes?

Hasta que los niños aprendan a cepillarse los dientes, son los padres los auténticos responsables de que los más pequeños vayan adquiriendo este buen hábito de salud, convirtiéndolo en rutina. Y de aquí, para toda su vida. Pero, para llegar a ello, una de las primeras preguntas que se hacen los padres es cuándo comenzar con el cepillado de dientes. La respuesta de los expertos es clara: antes incluso de que comience la propia dentición. Según nos dicen, es necesario seguir una higiene buscan adecuada desde los primeros meses de vida del bebé. Para que te sea más sencillo adecuar la práctica a la edad, te dejamos una pequeña guía por meses:

  • Desde el nacimiento hasta los 18 meses: hay que prestar atención a la boca de tu bebé y a sus encías, con la aparición de los primeros dientes de leche y el posible efecto negativo que pueden causar los biberones, chupetes y tetinas. En cuanto al cepillado, antes de que aparezcan esos dientes de leche, es recomendable limpiar las encías de los bebés con una pequeña gasa antes de irse a dormir y siempre tras cada comida.
  • Desde los 18 meses hasta los 3 años: además de lo anterior, es importante también inculcar buenos hábitos de alimentación, evitando el azúcar. Ya pueden aparecer las primeras caries. En este momento, en el que han aparecido ya los primeros dientes, se debe usar un cepillo de dientes infantil con una pequeña cantidad de pasta fluorada. Basta con cepillar los dientes dos veces al día, de manera suave e incidiendo en las piezas dentales que van apareciendo, además de cubrir toda la superficie de la encía con el cepillo.
  • De los 3 a los 5 años: en esta franja de edad, debemos preocuparnos por los cuidados de la boca fuera de casa, es decir, en la escuela. Deben fijar esa rutina de cepillado y aprender que tienen que llevársela a cualquier sitio. Seguiremos cepillando de manera idéntica.
  • A partir de los 5 años: además de todo lo anterior, podemos introducir el hilo dental, atender a esos dientes que se caen y acudir al dentista.

El mejor cepillo de dientes para los más pequeños

Lo ideal, nos cuentan los expertos, es utilizar un cepillo de dientes pequeño. Verás que existen infinidad de modelos disponibles en el mercado, pero, en cuanto a su tamaño, debemos primar la comodidad del cepillado. Y es que los cepillos se van adaptando a las diferentes etapas infantiles y sus necesidades. A partir de la primera pieza dental, se recomienda buscar uno pequeño con filamentos muy suaves e ir cambiando según van apareciendo más piezas y el niño gana autonomía.

En cuanto a la pasta de dientes, que nos suele preocupar menos que el propio cepillo, debemos fijarnos en la cantidad de flúor, porque es incluso más importante que lo primero. La gran mayoría de ellas recomiendan una edad de uso, pero no siempre es la correcta, debemos fijarnos en su etiqueta y en la cantidad de flúor que lleva. Pero, ¿cómo saber cuánto es recomendable? Fíjate en la etiqueta. El flúor viene indicado por las ppm, es decir, por las partículas por millón de flúor, que se deben indicar en la parte trasera de todas las pastas de dientes. En este caso, la cantidad recomendada:

  • Desde el primer diente hasta los tres años: 1000 ppm, en cantidad de un grano de arroz.
  • Desde los 3 años hasta los 5 años: 1000 ppm, pero incrementando la cantidad al tamaño de un guisante.
  • A partir de los 5 años: 1450 ppm (que pueda venir indicado así o 1100 ppm + 350 ppm) en cantidad de guisante.

Por último, un tema que suele preocupar a los padres, precisamente por este ingrediente, es lo que ocurre si el niño se traga la pasta de dientes (algo que, aunque tratemos de evitarlo, en ocasiones pasa). Salvo que sea muy excesiva la ingesta, no suele ser peligrosa. Ahora, si es demasiada la pasta ingerida, puede llegar a producir una alteración en el esmalte de los dientes de nuestros hijos, haciendo que este sea más frágil y aparezcan manchas.

Cómo lavarse los dientes paso a paso

Además de lo que ya hemos visto, la forma de lavarse los dientes es muy importante, así como la elección del momento y conseguir una rutina divertida que se consolide en el tiempo. La mejor disposición de los niños para cepillarse los dientes suele ser después del desayuno o antes de la siesta, pero es indispensable que lo hagan también antes de dormir. Para evitar berrinches, lo mejor es hacerlo justo después de cenar. Y hazlo divertido, con una pequeña canción o una rutina que consiga amenizar este momento.

A partir de aquí, el proceso debe constar de movimientos suaves, cortos, hacia atrás y hacia delante. Seguramente, tengas que ayudarle para terminar hasta que tenga la edad suficiente para hacerlo bien solo. La duración de cada cepillado debe ser de 2 a 3 minutos para una higiene completa.

Paso 1. Aplicar la pasta de dientes. Se aplica la cantidad recomendada de dentífrico infantil, como ya hemos visto, sobre el cepillo de dientes.

Paso 2. Cepillado de la cara anterior de los dientes. Es aquí donde debe comenzar el proceso, por la parte más externa de los dientes, haciendo movimientos de arriba hacia abajo, desde los dientes anteriores en dirección a los dientes posteriores. Dividiremos la boca en cuatro partes, la superior e inferior, además de ambos lados. Recorreremos primero uno y después otro, completando toda la boca.

Paso 3. Cepillado de la cara posterior de los dientes. Repetimos el mismo proceso anterior, pero en la cara posterior de los dientes, desde dentro hacia fuera, cubriendo todas las arcadas.

Paso 4. Cepillado de la superficie de los dientes. Por último, es muy importante cepillar también la superficie superior de las muelas, con movimientos circulares para retirar todos los restos de comida, desde las piezas posteriores hacia las anteriores.

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