Detalles para los invitados
La pareja fue especialmente detallista y no quiso dejarse nada en el tintero. Acertaron con la personalización de los regalos para los asistentes a su gran día, algo que sorprendió a todos y que pocos podrán olvidar. "Una gran amiga, Carlota Mateo, que hace unos dibujos impresionantes, me hizo todos los meseros y el seating plan (que es espectacular), un detalle que casi todo el mundo se llevó. Curro es súper aficionado al mundo del toro y a mi familia y a mí nos gusta mucho la caza, por lo que mezcló las dos cosas y acertó.
También, todas las embarazadas que vinieron a la boda, que no eran pocas, tenían un dibujo hecho a mano por Carlota, de una virgen embarazada. En línea con este detalle, muchos miembros de mi familia, testigos y amigos íntimos encontraron una ilustración pintada a mano con la silueta de ellos. Los que se casan próximamente tenían una bolsita bordada a mano con las iniciales de los dos y dentro un lazo de terciopelo con una Virgen del Rocío, para su ramo.
Para poner la nota divertida, pusimos, además, 10 cámaras deshechables que dimos a 10 personas de la boda, para que pudiesen hacer fotos después del baile, que luego son muy divertidas. Todavía las tenemos que revelar.
Quisimos que todos los invitados tuvieran servilleteros hechos a mano por mi tía Blanca, con cuernos, cartuchos, muelas de diferentes animales, castañas, desmogues, y miles de cosas más. Eso también voló (dice entre risas). Y, por último, tenemos una amiga, Anita, que cumplía ese día 30 años y su pasión es Harry Potter, así que tuvo su tarta también.
Todos los detalles llevaban sus cartas, hechas a mano. Por eso, Curro 'me quería matar' una semana y media antes de la boda".
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