¿Fan de la ropa segunda mano? Esta es la guía definitiva para comprar (bien) moda ‘vintage’

Adquirir prendas y darles una segunda vida es barato y muy fácil, pero hacerlo bien lo es mucho más gracias a estos consejos

Por Paula Martíns

Hay un fenómeno que está invadiendo las alfombras rojas de los últimos años: vestir ropa vintage. Fue en el Festival de Cannes de 2022 cuando Bella Hadid nos abrió los ojos enfundada, en nada menos, que tres espectaculares looks que databan de colecciones originales del siglo pasado; pero es ahora también, cuando tras otras numerosas apariciones de artistas en photocalls luciendo diseños de otros años, otra de las máximas referentes de moda del momento nos ha recordado que todo lo que en su día fue tendencia, es susceptible de volver a serlo. Hablamos de Zendaya, quien recientemente se ha dejado ver en los NAACP Image Awards 2023 apostando por siluetas de 1996 y de 2002, de Versace y Prada, respectivamente. Y es que el afán de la actriz de Euphoria por la moda pasada no es novedad, ya que son muchas las ocasiones en la que le hemos podido ver reciclando looks de hace años, como hizo en otras galas de premios y en premieres de películas.

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Podría parecer casualidad, pero lo cierto es que la devoción de Bella Hadid y de Zendaya por la moda vintage no es más que el reflejo de una de las tendencias que más eco están alcanzando entre las chicas de la generación Z (recordemos que ambas nacieron en 1996). Más allá de alfombras rojas y analizando un paso más allá los motivos de estas magníficas puestas en escena, lo cierto es que, actualmente, existe una inclinación hacia esta forma de comprar muy potente que no hace más que aumentar sus cifras. Según datos de un informe de Boston Consulting Group (BCG) y Vestiaire Collective, el valor del mercado de ropa, accesorios y calzado de segunda mano movió entre 100 mil y 120 mil millones de dólares en todo el mundo el año pasado. Y su crecimiento, sentencia el informe, continuará creciendo también este año. 

Si hace décadas parecía impensable que la reventa fuera a alcanzar semejantes cifras, hoy en día resulta hasta evidente y, sobre todo, necesario este crecimiento, ya que comprar ropa de segunda mano ayuda a la sostenibilidad ambiental, suele favorecer a la economía local, beneficia a nuestros bolsillos, nos dota de un estilo único y diferenciador, y, si compramos bien, también hace un favor a la durabilidad de las colecciones que pertenecen a nuestros armarios. La idea es comprar menos, pero hacerlo mejor; y no siempre resulta fácil.

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A pesar de que cada vez hay más tiendas de segunda mano que venden desde ropa de marcas asequibles y otras que se centra en el mercado del lujo, lo cierto es que son muchos los errores que cometemos cuando hacemos nuestras compras de ropa second hand. Por eso, más allá de evitar el greenwashing de muchas marcas que lanzan colecciones supuestamente sostenibles y de materiales reciclados, existen algunos pasos a seguir que debes tener en cuenta para que a partir de ahora tus compras merezcan, de verdad, la pena.

Revisa hasta el último detalle de la ropa

Una de las primeras pautas será el de revisar las etiquetas: ahí encontrarás casi toda la información que necesitas. Es importante que, si se trata de una prenda de una marca exclusiva compares toda su información con alguna pieza original. Presta atención al logo y verifica hasta el último detalle, porque basta con cambiar una línea para que ya pueda comercializarse como una imitación. De hecho, uno de los consejos más útiles (y sí, lo sabemos, más lentos y aburridos también) es el de buscar esa misma prenda en Internet con palabras clave, comprobar que existía en alguna de las colecciones de la marca, o ir a la tienda, y preguntar si la tienen o si conocían su existencia. 

De todos los entresijos que esconden las prendas o los accesorios falsos, los botones y las cremalleras son dos elementos tremendamente delatadores. En muchas ocasiones se encuentran grabados con el logo, el nombre o la inicial de la propia firma, así que compruébalos y, por el tacto, distingue también si te encuentras ante un material de plástico o uno bueno de verdad, porque si algo queda claro es que cuando escogemos una firma buena el material debe ser de calidad. Por eso, focaliza también tu atención en los tejidos y compara la información de la etiqueta con los materiales de los que está hecha la prenda. Si dudas, pide ayuda a algún experto en modafashionista o modista para distinguir el tejido. A veces con una simple fotografía es suficiente.

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Calidad por encima de cantidad

Con frecuencia los amantes de la ropa de segunda mano tienden a comprar apasionadamente guiándose únicamente por el precio. Error: cuanto menos precio tenga esa prenda, mayor será la duda. No merece la pena comprar muchas piezas si su calidad no va a ser buena, ya que entonces sería un gasto en vano, en lugar de una inversión. De nada sirve comprar mucho, si nuestra adquisición se va a romper o desgastar con facilitad, así que revisa las puntadas y fíjate en que estén rectas y unidas. Si eres fan de los Levi's o de los pantalones vaqueros que a menudo invaden los markets, también comprueba que la puntada sea doble, esto te indicará que durarán mucho más como parte de tu vestuario.

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Prioriza los básicos

Vestir de manera original y diferenciada con ropa vintage es mucho más fácil que comprando cualquiera de las prendas que se encuentran hoy en día en las tiendas de moda convencionales, que priman las tendencias de cada temporada. Más allá de la sostenibilidad, otro de los atractivos que más atraen de la ropa de segunda mano es la capacidad que a menudo otorga para llenar nuestros looks de twists distintivos y únicos, a los que nadie más tiene acceso. No obstante, si quieres aumentar la presencia de esta tipología de prendas en tu vestuario y no gastar grandes cantidades de dinero, intenta invertir en básicos que te puedan acompañar eternamente. Un abrigo, unos jeans, esas zapatillas que siempre se te han antojado y que combinan con todo, o el jersey de cachemir a que recurrir, una y otra vez, cuando los termómetros bajan sus temperaturas. Si consigues dar una segunda vida a un porcentaje mayor de prendas atemporales que a las que son tendencia, no te arrepentirás jamás de tu compra.

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Teniendo en cuenta que las tiendas apuestan cada vez más por este modelo de negocio y que en plataformas online y aplicaciones, como Vinted o Wallapop, el porcentaje de jóvenes de la generación Z que compra y vende artículos no hace más que apuntar ventas, todo parece indicar que nos encontramos ante una nueva corriente consumo. Lo que hace años parecía ser futuro, está siendo, cada vez más, parte de nuestro presente.