Amelia Windsor analiza el último gran cambio de la moda y nos cuenta sus trucos para comprar 'vintage'

Embajadora del 'slow fashion', la británica explica cómo ha evolucionado la industria a causa de las redes

Por Amaia León

Lo que hace una década era una preferencia minoritaria, con la llegada de la GenZ al foco de las firmas (y de sus celebrities de referencia, a las alfombras rojas), se ha convertido en supertendencia. Hablamos de las piezas vintage y del upcyclingdos conceptos que gracias a embajadoras como Bella Hadid o Zendaya, han tomado fuerza últimamente en los armarios de las veinteañeras... a pesar de que las redes y parte de la industria parezcan impulsar a consumir nueva (y pronta) moda sin control. "Las chicas más jóvenes reciben mucha publicidad las 24 horas del día, los siete días de la semana, y el fast fashion está creciendo cada segundo, lo que está muy lejos de cómo crecieron las generaciones anteriores a la nuestra. Aunque sí hay una lucha contra esto ya que la gente se está volviendo más consciente".

Quien explica esto a FASHION es Amelia Windsor, la nieta de Eduardo de Kent (primo hermano de la reina Isabel II del Reino Unido) que ha sabido utilizar su influencia para concienciar sobre la importancia de consumir de manera más sostenible. Gracias a sus colaboraciones con firmas eco-comprometidas y a un armario repleto de moda vintage, se ha convertido en la mejor referente para un movimiento, el del slow fashion, acerca del que nos cuenta cómo podemos sumarnos.

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De madres a hija

Modelo e influencer no solo por su apellido royal, sino por un verdadero compromiso (y mucho estilo), Amelia, que trabaja con la agencia Storm, encontró en internet una ventana inmensa para informarse sobre la moda sostenible, un tema que comenzó a interesarle cuando descubrió cuántos procesos y materiales resultaban nocivos para el medioambiente. "Descubrí que Instagram era increíblemente útil para educarme siguiendo a activistas y marcas con filosofías eco", afirma. Aunque también reconoce que las mismas plataformas pueden provocar todo lo contrario, que nos volvamos locas por el fast fashion; algo que no vivieron nuestras predecesoras, quienes, en opinión de Amelia, apreciaban más sus prendas y accesorios.

Al menos así ha sido en el caso de su madre, Sylvana Palma Windsor, la condesa de St. Andrews. "Mi madre cuida increíblemente bien su ropa, la guarda toda doblada impecable con papel de seda. Tiene piezas de cuando tenía 20 años que aún están en perfecto estado y que amablemente me presta. Ella me inspira a apreciar lo que tengo", nos cuenta. Y entre los favoritos de su propio armario, gracias a esta enseñanza, también existen diseños con historia. "Tengo muchos artículos especiales; todos guardan recuerdos de momentos divertidos o en los que me mantuvieron abrigada o me dieron confianza. Por ejemplo, un vestido de verano de Kapara London que llevo usando durante años cuando llegan los meses más calurosos y siempre me recuerda a esos hermosos días soleados caminando por Londres con los auriculares puestos o tomando algo en el parque con amigos".

Cómo conseguir un armario sostenible

Poder usar las mismas prendas durante años requiere, además de cuidarlas de forma especial, que estas sean atemporales y de buena calidad. Amelia nos cuenta que, a la hora de comprar, siempre mira los materiales, pero también dónde y cómo está confeccionado. Optar por firmas de proximidad y producciones artesanales son dos claves que igualmente resaltaba Marta Ortiz, otra experta en la materia. Y han sido las principales razones que han llevado a Amelia a colaborar con Pretty Ballerinas, la casa balear junto a la que ha diseñado una cápsula de bailarinas, merceditas y sandalias esta temporada.

"Admiro cómo se hacen íntegramente en Menorca desde hace generaciones. ¡Los zapatos son tan alegres y estaba tan agradecida! Usamos materiales reciclados para la colección, fue muy divertido y me encantó la experiencia de trabajar con ellos", recuerda sobre la colección, que ya está a la venta. Se trata de la última alianza de una extensa lista que, antes, le ha permitido colaborar con las joyas de Alice Van Cal, las piezas de cashmere Brora o los bolsos de Been, entre otros diseños sostenibles.

En su trabajo, pero también en sus compras, explica que busca "encontrar nuevas marcas y admiro a las que realmente se esfuerzan por estar más enfocadas en el medio ambiente, ya que no es fácil ni barato, por lo que me encanta apoyarlas". Entre sus favoritas -"hay muchas"-, destaca Everlane, Réformation, Fisch y Asket, a nivel internacional, y Amlul, La Veste y Marcia, cuando le preguntamos sobre moda española. Del mismo modo revela lo que suponíamos al analizar sus looks: "me encantan las compras vintage".

Sus rincones favoritos de Londres para comprar moda 'vintage'

Como tantas otras chicas de su edad -se calcula que casi la mitad de los veinteañeros ha hecho compras de segunda mano-, Amelia adora perderse en las tiendas vintage. Y no solo porque sea mucho más eco-responsable darle una nueva vida a una pieza antigua, que también. "Lo que más me gusta es que nunca sabes con lo que te vas a encontrar: cada artículo tiene una historia detrás. También será diferente de cualquier cosa que encuentres en las tiendas principales", afirma. Una oportunidad que aprovechamos, claro, para preguntarle sobre sus rincones favoritos en los que comprar en Londres, uno de los templos europeos del vintage. "Os recomendaría visitar Portobello Market los fines de semana: los vendedores allí son verdaderos profesionales y tienen algunos tesoros increíbles. También iría Fara Charity Shops en Notting Hill y Angel", aconseja esta royal que, por méritos propios, se ha alzado como una de las voces más potentes de la moda slow.

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