Dolor de cabeza, fatiga, deshidratación, náuseas, malestar general... ¿Lo reconoces? Efectivamente, es la temida resaca. Una protesta de nuestro cuerpo ante los excesos que solemos cometer durante las fiestas de Navidad.
Se produce por una caída de las concentraciones de alcohol en sangre, después de haber consumido bebidas alcohólicas. Esto desencadena un cuadro deshidratación, hipoglucemia, molestias gástricas...", explica la Dra. María Sales, de Semergen.
El primer consejo para evitarla es no pasarse. Pero cuando ya es inevitable, podemos ayudar a nuestro cuerpo a reponerse lo antes posible de estos excesos. Toma nota de estos consejos:
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