Los expertos lo tienen claro: el calentamiento es una de las partes olvidadas del entrenamiento o al que menos importancia se le otorga. Gran error. Pues, tal y como nos explica Víctor Díaz (@prohealth.vd), especialista en ciencias de la actividad física y el deporte, “dedicar el tiempo necesario a calentar antes de entrenar puede aumentar nuestro rendimiento posterior y reducir el riesgo de lesiones”.
Partiendo de esta idea, el experto nos detalla los objetivos que debe perseguir un buen calentamiento:
- Activar el sistema nervioso y la coordinación neuromuscular.
- Lubricar las articulaciones: Los movimientos específicos del calentamiento ayudan a lubricar de fluido sinovial las articulaciones y el cartílago articular, mejorando las posibilidades de movimiento y reduciendo el riesgo de lesión.
- Aumentar la temperatura y el flujo de sangre: Llevar más sangre y oxígeno a los músculos para aumentar su capacidad de acción. Uno de los errores más típicos que se suele cometer es hacer los típicos estiramientos tradicionales o estáticos en el calentamiento. No son lo más adecuado antes de entrenar fuerza ya, que después de estirar tus músculos, su capacidad de contracción se reduce. La evidencia científica ha demostrado que se reduce la capacidad de estabilización y de aplicar fuerza tras la realización de estiramientos estáticos.
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