Psicología

Cómo afrontar en Navidad el síndrome de la silla vacía

Cuando falta un ser querido en la mesa, en estas fechas tan especiales, la nostalgia y la tristeza pueden hacer acto de presencia

Por Pilar Hernán

Hay personas que viven con tristeza la Navidad, debido, sobre todo a las ausencias de seres queridos. “La Navidad es época de fiesta y celebramos los reencuentros, por tradición compartimos nuestros mejores platos a la mesa con los nuestros. Para aquellos que les faltan seres queridos en la mesa, esas sillas vacías les embargan de nostalgia y melancolía y en algunas ocasiones las emociones son tan intensas que hacen huir de los eventos e incluso suprimir las celebraciones de Navidad”, comenta la doctora Raquel Calero Domínguez, de la Unidad de Psicooncología del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa de Sevilla.

Siempre se echa de menos a la persona que ya no está, pero en fechas tan señaladas como la Navidad, ese sentimiento se hace aún más intenso. Y es que estamos ante una época especialmente complicada a nivel emocional. “Aunque cada persona es diferente y gestiona las emociones de una manera distinta, es cierto que en fechas señaladas como la Navidad o los cumpleaños las ausencias pueden generan un sentimiento de ausencia más profundo. Aunque puede afectar a todo el mundo por igual, las personas mayores tienden a sufrirlo de una manera más evidente ya que, a las ausencias de seres queridos, se les suma las posibles incapacidades físicas que les limitan a la hora de mantenerse activos y ocupados. No obstante, aunque este síndrome tiende a asociarse con fallecimientos, también se da en personas que no tienen a sus familiares cerca y que, por lo tanto, no pueden disfrutar de su compañía de manera regular o en personas que atraviesan momentos de distanciamiento o separación con sus allegados”, nos cuenta Diana Camín, psicóloga de bluaU de Sanitas.

Quitar el estigma a la tristeza

Y es que llegan días señalados, de reuniones familiares y hay una silla vacía (de ahí el nombre del síndrome), ¿cómo podemos afrontar esas situaciones que nos llenan de tristeza? “En primer lugar, es importante desestigmatizar la tristeza. Sentir pena, dolor, rabia o tristeza antes las ausencias es perfectamente lícito y en este sentido, muchas personas necesitan cierto tiempo de duelo para poder sobreponerse. No obstante, para evitar el desánimo en estas fechas señaladas resulta de ayuda rodearse de los seres queridos que sí están, realizar actividades y planes que nos mantengan ocupados y que nos permitan disfrutar. Asimismo, es conveniente buscar alternativas a las tradiciones para evitar realizar aquellas actividades que relacionamos con las personas que ya no están”, detalla la psicóloga.

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¿Hay quien niega este tipo de emoción?

Nos planteamos si puede ser que padezcamos este síndrome y no seamos del todo conscientes de ello. “Gestionar las emociones depende mucho de la personalidad y la educación emocional, ya que cada persona gestionará la ausencia de una manera. Así, por ejemplo, hay a quien le resulta muy difícil expresar el dolor y, sin embargo, eso no quiere decir que no exista. Además, muchas personas tienden a negar este tipo de estados emocionales, ya sea por vergüenza o por otros motivos. Sin embargo, este tipo de actitudes hacia el duelo en vez de atajar el problema solamente hacen que permanezca y añaden una carga mental que no es necesario asumir”, nos comenta la especialista.

Hay, por lo tanto, que buscar estrategias. Podemos intentar llegar a superar la tristeza y acabar viviendo la Navidad como una época en la que se potencian los recuerdos bonitos sobre aquellos que ya no están. “Recordar a las personas desde la alegría es la mejor manera de afrontar la ausencia, pero para llegar a este punto se requiere haber realizado anteriormente un proceso donde se permita sentir y expresar la tristeza. Además, hay quien siente cierta culpabilidad afrontando la pérdida desde esta perspectiva al creer que, ante la ausencia, el sentimiento natural debería ser la tristeza y la celebración no debería existir por respeto al que no está”, matiza la psicóloga.

¿Y si el duelo es reciente?

Como es evidente, si el duelo es reciente, la situación es más compleja. La doctora Calero Domíngues recomienda a todas las personas con pérdidas recientes que “expresen abiertamente su situación emocional, su opinión y deseo con respecto a la celebración de las fechas, así como aconseja al resto de familiares que validen y acompañen al doliente y respeten su decisión”. Ve buena idea tener una reunión con todos los miembros de la familia, incluido niños y adolescentes, previa a la Navidad, pues puede ayudar a tomar una decisión con respecto a su celebración. “Es muy importante que ellos también puedan expresarse emocionalmente y se les dé la posibilidad de opinar cómo quieren vivir esta etapa”, añade. Y considera que simbolizar a la persona ausente, naturalizar la emotividad negativa por su ausencia y permitir con la representación de su presencia (a través de una fotografía o una vela, por ejemplo), también puede ayudar a sentir el legado de su existencia.

Hablar sobre la persona ausente o sobre los sentimientos con la familia o amigos puede resultar de ayuda para muchas personas haciendo que se sientan acompañadas y apoyadas, pero hay otras que necesitarán un espacio en soledad para asimilar y gestionar la pérdida. Asimismo, es recomendable pedir ayuda de un profesional que es la persona más adecuada para analizar cada caso en particular y poder proporcional las herramientas adecuadas para afrontar esta situación”, afirma por su parte la especialista de Sanitas.

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Recomendaciones útiles

¿Qué recomendaciones daría, la psicóloga, en general, para superar el llamado síndrome de la silla vacía?

-Mantenerse rodeados de los seres queridos resulta fundamental en estos casos ya que el apoyo emocional que brinda la gente cercana construye una red de seguridad que ayuda a los que sufren estas situaciones a mantener el ánimo y a sobrellevar de mejor manera el dolor.

-Asimismo, es importante respetar los tiempos de cada uno. Es normal encontrarse decaído, triste o enfadado durante un tiempo y no tiene nada de malo. Sin embargo, si estos sentimientos persisten e impiden realizar una vida normal, es importante recurrir a un profesional.

-Cuidarse a nivel físico repercute de manera directa en la salud mental `por ello comer equilibradamente, dormir lo suficiente y realizar ejercicio son fundamentales para sobrellevar estas situaciones.

-De la misma manera, mantenerse ocupado especialmente en actividades que proporcionen disfrute contribuye a evitar que los momentos de tristeza ocupen buena parte del día. Encontrar nuevas aficiones y hobbies es una buena manera de afrontar el futuro con optimismo y motivación.