Consejos para que no te sientas triste en Navidad

Esta es una época que, en ocasiones, nos causa tristeza o estrés, pero es posible aprender a sobrellevarlos de la mejor manera posible

Por Cristina Soria

Si te sientes triste o angustiada cuando llega la Navidad has de saber que es algo bastante habitual que le ocurre a muchas personas, ya que en ocasiones estas fechas suponen una sobrecarga emocional que nos hace desear que pasen con rapidez.

Son muchas las razones que pueden hacernos sentir tristes y vulnerables: echar de menos a esas personas queridas que ya no están con nosotros; estar lejos de la familia en unas fechas que se suponen pensadas para pasar con ellos; tener que reunirnos con personas con las que no nos gusta estar; hacer balance del año y que no nos gusten las conclusiones; atravesar problemas económicos en fiestas que propician el gasto de dinero a todos los niveles, etc.

Pero es posible superar esta tristeza y sacar algo positivo de estos sentimientos, además de aprender a vivir estos días sin sufrirlos, a pesar de que no sean tus preferidos.

Tienes carta blanca para crear tu propia Navidad

Si las tradiciones que hay a tu alrededor no te hacen feliz, nadie te obliga a seguirlas y puedes celebrar las navidades como tú quieras. Puedes ir a casa de amigos y familiares, o puedes elegir cenar sola en las fechas señaladas; puedes visitar a gente que vive lejos; puedes viajar a lugares que nunca has ido o viajar a aquellos que siempre quisiste volver. Eres la dueña de tu vida y debes pensar en qué quieres hacer con ella, también en Navidad.

Si echas de menos a alguien, haz que sea parte de la celebración

Es cierto que el tiempo cura y suaviza las heridas, pero también lo es que hay personas que siempre estarán presentes en nuestros corazones, e intentar no pensar en ellas cuando llegan fechas señaladas puede aumentar la presión que sentimos y causarnos un mayor malestar.

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Permítete pensar en la persona que te falta y dedícale también la celebración de estas fiestas. No rehuyas el sentimiento: acéptalo para poder transformarlo en una parte positiva reviviendo aquella manera de festejar la Navidad que os hacía felices.

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Planifica tus compras con antelación 

Cuando no estamos en nuestro mejor momento económico, la Navidad y los gastos que implica pueden estresarnos más de la cuenta e incluso llegar a entristecernos. Hay dos formas de rebajar esta presión: una es ser claro con la gente que se supone que espera grandes regalos de nuestra parte para que sepan que este año los regalos puede que sean más discretos pero igual de bienintencionados; la otra es anticipar las compras con tiempo, especialmente las de comida, ya que es más fácil realizar pequeños gastos periódicos que uno grande cuando llega el momento. 

Por otro lado, en lo referente a actividades, seguro que puedes encontrar en tu ciudad conciertos, exposiciones, etc. que tengan lugar en estos días que sean gratuitas o a un precio reducido. Es más beneficioso que salgas a dar un paseo y disfrutes del alumbrado navideño y del ambiente de las calles, que no salir de casa pensando que no puedes hacer grandes cosas.

Quítale importancia a los pequeños conflictos y disfruta

Una de las peculiaridades de la Navidad es que en ocasiones se juntan dos sentimientos encontrados: las ganas de reencontrarnos con la familia, y el temor a que surjan conflictos pasados o se produzcan otros nuevos. Es muy importante que intentes relajarte y disfrutar del encuentro sin pensar en que nadie quiere fastidiarte. Relativiza cualquier atisbo de ofensa, piensa en divertirte y no olvides que, pase lo que pase, tanto bueno como malo, con un poco de suerte al acabar la noche estarás descansando plácidamente en tu casa.

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