Cómo comprar bien en Black Friday y sin asumir riesgos

Se aproxima una de las fechas más esperadas por los consumidores, pero también una de las más peligrosas para los más vulnerables: los adictos a las compras

Por Nuria Safont

Black Friday es una de las fechas más esperadas por todos los consumidores. Se celebra el último viernes del mes de noviembre y, al igual que en su país de origen, Estados Unidos, este día sirve como pistoletazo de salida para las compras navideñas. Para incentivar el consumo, los comercios rebajan los precios y exprimen su creatividad para que los usuarios 'piquemos'. Pero hay personas que no necesitan de estrategias de marketing para comprar o son más vulnerables a ellas. Cualquier excusa les basta para gastar en artículos que, probablemente, no necesiten. Se trata de los adictos a las compras, individuos para los que fechas como el Black Friday pueden convertirse en un verdadero calvario para controlar su adicción

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La adicción a las compras no es una enfermedad reconocida como tal, puesto que no está catalogada en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Sin embargo, al igual que la adicción al sexo o al ejercicio, sí se puede considerar un trastorno, ya que conduce a conductas que pueden dañar a quien lo sufre, su calidad de vida y la de su entorno.

Según Rafael San Román, psicólogo de ifeel, una plataforma que cuenta con especialistas online, "el adicto suele adquirir artículos similares a los que ya tiene y que no necesita. Los compra porque no puede resistir la tentación de adquirirlos. Sin embargo, una vez se ha hecho con ellos, suele experimentar sensaciones de culpabilidad y bajones a medio plazo. Sobre todo, si se da cuenta de que ha gastado demasiado dinero en cosas que, realmente, no necesitaba". 

La adicción se produce por el concepto de recompensa. Ese premio, placer o satisfacción es inmediato, intenso pero, a la vez, efímero. Suele describirse como un 'subidón'. Lo habitual (o lo saludable) es que estas recompensas se obtengan a través de comportamientos adaptativos, no perjudiciales para la salud y beneficiosos para afrontar la vida y las relaciones interpersonales. 

Pero cuando existe un problema con las compras, esta sensación de gratificación puede 'enganchar' y aumentar la probabilidad de repetir la conducta en el futuro. Algo que acaba produciendo otros problemas personales, familiares, sociales y financieros. En estos casos, se puede considerar que las compras son 'problemáticas', aunque la persona que sufre este condición de 'adicto' no sea consciente de ello. Pero, ¿cómo saber si se es adicto?

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Adicción o comprar por necesidad o diversión

A todos nos gusta comprar y adquirir nuevos artículos, bien moda y complementos, que contribuyen a subirnos la autoestima porque nos vemos mejor, o accesorios para el hogar, electrónica u otros productos. Distinguir entre la adicción y la diversión es, en principio, sencillo: si comprar genera problemas, es probable que se esté ante un trastorno

"De la misma manera que no es alcohólico el que bebe todos los días, sino alguien que tiene un problema con el alcohol, tampoco es adicto aquel que gasta dinero comprando cosas, sino alguien a quien el hecho de comprar le genera un trastorno en su bienestar interior, en sus relaciones sociales, sus finanzas, etc", asegura Rafael San Román, de ifeel.  

Tampoco un coleccionista es un adicto, puesto que esta actividad está vinculada, normalmente, a una afición o pasión. Es decir, a algo que nos entretiene, motiva y da satisfacción. 

Sin embargo, la adicción a las compras está relacionada con comportamientos compulsivos, de acciones repetitivas que nacen de un impulso, no de una reflexión. 

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Cómo comprar bien en Black Friday y sin riesgos 

    Como decíamos, durante el último viernes del mes de noviembre, así como en las rebajas, las personas que padecen adicción a las compras son más vulnerables a caer en la tentación. Hay más ofertas y los mensajes que invitan a comprar están por todas partes. El comercio online y las redes sociales tampoco ayudan, puesto que al deseo irrefrenable de comprar se le suma la facilidad de obtener lo que quieren de manera inmediata, después de tan solo un clic. ¿Qué hacer entonces para comprar bien y sin asumir riesgos?

    No resulta fácil debido a que, alertan desde Mundo Psicólogos, nos vemos expuestos al conocimiento de equipos de marketing y neuromarketing que saben cómo hacernos 'picar'. Sin embargo, sabiendo cuáles son sus estrategias podemos establecer métodos para no caer en la tentación y aprovechar, verdaderamente, las ofertas de Black Friday sin ser víctimas de las compras compulsivas

    • Establecer un presupuesto para el cual no se permiten excepciones.
    • Redactar una lista de cosas que realmente necesitamos comprar. Servirá como guía para no dejarse tentar por las infinitas ofertas que aparecen en nuestro camino.
    • Tener una lista de deseos para tachar, pequeños premios y pequeños regalos para ocasiones específicas, que tienen valor. De esta manera, se recupera el sentido de la compra hoy trivializado y degradado por una revolución en el sistema de producción y consumo.

    Además, debemos permanecer alerta a sus técnicas de venta como, por ejemplo: 

    • Campañas de marketing segmentadas que llegan a consumidores específicos según intereses, grupos de edad, sexo, ubicación y hábitos de compra.
    • Imágenes y colores diseñados específicamente para captar la atención de los usuarios y fomentar la compra.
    • Técnicas de descuentos y regalos que hacen que llenes el carrito con productos que no pretendías comprar.
    • Precios con decimales que engañan a la mente: todo parece menos caro de lo que realmente es, nos sorprendemos por el total alcanzado, pero procedemos al pago.
    • Últimos números, poca disponibilidad: sentirse afortunado por haber ganado la última pieza disponible y, por lo tanto, no pensar si lo que compramos es realmente útil o no.
    • Prisa en la compra: los carritos online con temporizador se llenan rápidamente, reduciendo la capacidad de razonar a la mínima expresión.
    • La posibilidad de comprar fácilmente, devolver, mensajes continuos que invitan a comprar, cada día una oferta imperdible. 

    En definitiva, todos debemos controlar muy bien que adquirimos y si es necesario o no. Y en el caso de no poder dominar el impulso es aconsejable acudir a un experto en psicología para averiguar si se sufre una adicción. "Con ayuda terapéutica se puede aprender a hacer un consumo responsable", concluye Rafael San Román, de ifeel.