Medio ambiente

El curioso caso de Wildpoldsried, el pueblo que produce más energía de la que necesita

La localidad alemana se ha convertido en todo un ejemplo de sostenibilidad y reaprovechamiento de los recursos naturales.

Por Gtresonline

En un momento en el que la contaminación ambiental es una de las grandes amenazas y preocupaciones para la población mundial, las energías renovables se configuran como una de las grandes soluciones de cara al futuro. A diferencia de las se suelen obtener de la quema de combustibles fósiles, como el carbón, el petróleo o el gas, se trata de todas aquellas que se obtienen de fuentes naturales 'virtualmente inagotables', ya sea por la cantidad que contienen, o porque son capaces de regenerarse por medios naturales. Bajo esta denominación, nos referimos a la eólica, geotérmica, hidroeléctrica, solar o también a la biomasa y los biocarburantes.

Unas opciones 'limpias' a las que, desde hace más de 20 años, han decidido acogerse los habitantes de la localidad bávara de Wildpoldsried, el pueblo que produce más energía renovable de la que necesita. Ubicado en una zona rural del sur de Alemania, la ganadería era su principal medio de vida, de modo que tuvieron la lucidez necesaria como para reaprovechar los activos de los que disponían para convertirlos también en su principal fuente de energía y autoabastecerse sin tener que depender de complejas políticas estatales.

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Inversión ecológica y sostenible

Fue en 1997 cuando, a través de una incitativa ciudadana, sus 2.600 habitantes decidieron dar un giro radical a su estilo de vida desechando el combustible diésel para calentarse. Wendelin Einsiedler, un ganadero del pueblo, inició el proyecto construyendo su propio generador de biogás e instalando paneles solares y el primer molino de viento para su abastecimiento, todo ello financiado con su propio dinero. Rápidamente, consiguió llamar la atención del resto de sus vecinos que, contagiados por su espíritu sostenible también accedieron a invertir en turbinas eólicas y crear una compañía local con el respaldo de las autoridades. Asimismo, se dio la circunstancia de que pudieron aprovechar las ayudas en energías renovables que Alemania ofrecía en aquella década.

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Retorno millonario

El proyecto se convirtió en todo un éxito de manera inmediata y, en apenas 15 años, ya producían 5 veces más energía de la que necesitaban. Es más, venden el superávit al tendido eléctrico nacional que se lo retorna en forma de dinero (alrededor de 5 millones de euros al año).

En la actualidad, cuentan con 11 turbinas eólicas con capacidad de 12 megavatios, cinco plantas de biogás, 2.100 metros cuadrados de paneles solares fotovoltaicos que producen casi 5 megavatios, una red de calefacción distrital por biomasa (material biológico susceptible de ser transformados en combustible útil y cuya fuente es desperdicio orgánico.) y tres pequeñas plantas hidroeléctricas. 

Wildpoldsried se ha convertido en todo un ejemplo de sostenibilidad y de reaprovechamiento de los recursos naturales no solo a nivel nacional, no también internacional. Además, ha creado el concepto de turismo energético y organiza visitas guiadas en las que muestran las instalaciones a los visitantes y se les explica cómo surgió el proyecto y su gestión.