Ya te lo decía tu abuela: la comida no se tira

5 formas de reciclar los alimentos para evitar tirarlos a la basura

Por JULIA GIRÓN

No, los millenials no somos más ecológicos que nuestros abuelos. Aunque ahora nos quieran hacer creer que pertenecemos a la generación más respetuosa de la historia con el medio ambiente y la sostenibilidad, lo cierto es que lo poco que sabemos (y que no es postureo) se lo debemos a ellos, que sí tenían verdadera conciencia ecológica y contribuían a la reutilización y al reciclaje mucho más que nosotros. ¿O no te acuerdas de cuando tu abuela te repetía constantemente que ‘la comida es sagrada’?

El trashcooking, o cocina de aprovechamiento, tiene cada vez más tirón no solo entre los consumidores, también los mejores chefs comienzan a apuntarse a esta tendencia para crear platos exquisitos en los que todo se aprovecha y nada se tira. Y es que, si lo piensas: ¿cuántas veces has rechazado una manzana o un tomate solamente porque parecía que tenía mala pinta? ¿O un plato de pasta del día anterior porque estaba ya un poco reseco? Bien, pues debes saber que este tipo de comportamientos convierten a España en el séptimo país de la Unión Europea en el que más alimentos desperdiciamos, en concreto, cerca de ¡8 millones de toneladas de comida cada año!

¿Y esto qué quiere decir? Básicamente, que desaprovechamos los alimentos, avocándolos al cubo de la basura cuando podemos darles una segunda vida útil. ¿Quieres saber cómo puedes reutilizar los alimentos antes de deshacernos de ellos definitivamente? Aquí te damos algunas buenas ideas que te convencerán para ser un poquito más ecológico en tu día a día.

  • Prepara mermelada con las frutas más maduras. Ahora que el ‘hágalo usted mismo’ está tan en boga: desde hacer tu propio pan, cerveza artesana, etcétera, etcétera, ¿por qué no recuperar la tradición de nuestras abuelas de preparar confitura casera y poner un toque dulce, pero saludable, a tus desayunos? La receta no tiene más complicación que fruta y azúcar. Además, la mejor materia prima para su elaboración es esa fruta que lleva días estropeándose en la nevera; ya que, si utilizamos las frutas más maduras, podremos añadir menos cantidad de azúcar (por el propio azúcar de la fruta que la hace más dulce). Eso sí, es importante que la fruta sea de calidad y, si es posible, de temporada. Podemos hacer mermeladas con cualquier fruta: naranjas, manzanas, kiwis, fresas, de tomate, de calabaza…

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  • Utiliza el yogur caducado para fabricar tus propias mascarillas. Por ejemplo, una mascarilla para el pelo aprovechando las propiedades ultra hidratantes del aguacate ya que, además, tiene una textura muy untuosa. Es tan fácil como poner en un cuenco dos cucharadas soperas de yogur y dos o tres rodajas de aguacate bien maduro, para poder mezclarlo bien. Después, lo utilizaremos como tratamiento antes del lavado, aplicado en seco mechón a mechón, y recogiendo todo el cabello con un poco de film transparente. Siempre que podamos aplicamos un poco de calor y dejamos actuar unos treinta minutos antes de aclarar. Te sorprenderá cómo una mascarilla hecha en casa tiene tan buenos resultados, aparte de tener la certeza de estar utilizando un producto eco y natural cien por cien.

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  • El pan es oro, aprovéchalo. Si ‘del cerdo se aprovechan hasta los andares’, según el refranero popular, el pan es un alimento que ofrece muchísimas posibilidades, incluso cuando ya está duro. Desde siempre ha sido un gran recurso en tiempos de escasez y ha dado lugar a recetas que siguen estando muy presentes como la sopa de ajo, las migas o las típicas torrijas de Semana Santa. Otra opción para sacarle partido al pan del día anterior es hacer pan rallado. Basta con cortarlo en rebanadas y meterlo en el horno unos 30 minutos para que pierda toda la humedad. A continuación, lo trituramos hasta convertirlo en polvo muy fino.
  • Reciclar el aceite usado para hacer jabón. Otra gran aportación de las abuelas al mundo y al medio ambiente, si tenemos en cuenta que por cada litro que se tira por el desagüe se contaminan 100 litros de agua potable. ¿Qué hacían ellas? Iban guardando el aceite que no servía en una garrafa y después lo colaban y limpiaban bien antes de mezclarlo con agua y sosa. Hay muchas recetas para hacer jabón con ingredientes naturales como la avena o el aloe vera, con excelentes propiedades para tratar problemas de la piel y el acné. También se pueden utilizar aromas o colorantes de repostería para fabricar jabones de colores.
  • Prepara deliciosas cremas y smoothies. A media mañana, para merendar, para llevar a la oficina… Los zumos de frutas y cremas de verduras son fáciles de consumir y nos aportan magníficos beneficios para nuestra salud: vitaminas, minerales, agua, etcétera. Además, es buena manera de aprovechar esos alimentos que no hemos consumido y comienzan a ponerse pochos. Así, puedes utilizar la fruta más madura para hacer deliciosos y saludables batidos, ya que, al tener más azúcar, también nos aportarán mayor sabor sin renunciar a los nutrientes.