Propósito para enero: ¡Guerra al colesterol!

Por hola.com

Ya han acabado las fiestas y con ellas, las carnes, mariscos, embutidos, dulces… y todos los excesos en nuestra dieta propios de la Navidad. Puesto que ningún exceso es bueno, este también tiene su consecuencia. Durante estas fechas, en las que no solemos privarnos de nada, nuestro nivel de colesterol ha podido aumentar hasta en un 10%. Este aumento es uno de los principales factores causantes de enfermedades cardiovasculares que, según la Organización Mundial de la Salud, constituyen la principal causa de muerte en el mundo.

Por suerte, y según el Dr. Leandro Plaza, presidente de la Fundación Española del Corazón “el colesterol es un factor de riesgo sobre el que podemos incidir con una alimentación adecuada y un estilo de vida saludable”.
Y es que eliminando malos hábitos, siguiendo una dieta equilibrada, y realizando ejercicio físico, nuestros niveles de colesterol pueden estabilizarse. ¡Prioriza tu salud como propósito para el nuevo año y sigue estos consejos!

En cuanto a la alimentación se refiere, las frutas y las verduras son las primeras recomendadas para reducir el colesterol malo (LDL) de nuestro cuerpo, y mantener unos niveles adecuados del bueno (HDL). Las frutas frescas más recomendadas son las manzanas, arándanos, uvas, fresas, ciruelas, naranjas, las peras o la piña, entre otras. Se recomienda tomarlas como sustituto de los postres dulces y no añadirles aderezos como nata, chocolate, sirope, etc.

Por su parte, casi todas las verduras son eficaces para reducir los niveles de colesterol; sin embargo podríamos destacar la lechuga, las coles de Bruselas, la berenjena, la coliflor o el brócoli. La forma más sana de cocinar estas verduras es al vapor, hervidas o salteadas con aceite de oliva.

Los frutos secos también son un gran aliado contra el colesterol: pistachos, almendras, avellanas, nueces, castañas… están recomendados ya que son ricos en fibra, proteínas, vitaminas y minerales. Se ha comprobado que introducir unos 30g de frutos secos en nuestra dieta diaria, podría reducir nuestro colesterol hasta en un 31%.

El pescado azul (atún, bonito, palometa, sardina, anchoa, boquerón, salmón…) es otro de los alimentos más recomendados, sobre todo en personas con riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, ya que es una enorme fuente de ácidos grasos omega 3 y 6, capaces de regular nuestro nivel de colesterol y triglicéridos.

También el consumo de aceite de oliva virgen y virgen extra mantienen los niveles de colesterol, ya que posee un gran contenido de ácido oleico, sustancias antioxidantes y vitaminas, así como un nulo contenido de ácidos grasos trans, que aumentarían nuestro colesterol.

Por último, los lácteos que están específicamente diseñados para reducir los niveles de colesterol también están recomendados para una dieta saludable ya que son productos enriquecidos con esteroles vegetales, reductores activos del colesterol.

El ejercicio, buen aliado

No sólo la alimentación es clave para reducir nuestros niveles de colesterol, tras las comidas y cenas navideñas. Está demostrado que el ejercicio ayuda a reducir los niveles de colesterol, especialmente los ejercicios aeróbicos: aquellos que necesitan especialmente de oxígeno para su desarrollo. Por ello, otro propósito saludable para afrontar la cuesta de enero, puede ser montar en bici, practicar running, natación o sencillamente salir a dar buenos paseos de una manera regular.

Abandonar los malos hábitos como el tabaco, el sedentarismo, el alcohol o mantener una hidratación adecuada también contribuirán a una mejora de nuestra salud y a sentirnos mejor con nosotros mismos para afrontar el año nuevo de una manera sana y feliz.