Son frescas, aportan calidez y, sobre todo, restan seriedad a la decoración. Su punto fuerte es su aspecto relajado y desenfadado, que ha ido ganando adeptos a lo largo de los últimos años. Las fibras naturales siguen siendo tendencia. Y es que estos materiales como el yute, el cáñamo, el mimbre o las algas son los preferidos para añadir tanto en lámparas o cestas, pequeños objetos decorativos, como en otros más funcionales, como alfombras, y en hasta piezas de gran tamaño, ya sean sillas, mesas o cabeceros. ¿Sabes por qué las fibras naturales siguen siendo tendencia? ¡Te lo contamos!
Leer: Cómo incorporar las fibras vegetales a la decoración de la casa