¡No retrasemos la renovación!
Por último, los expertos que han participado en el estudio afirman que es un grave error no adaptar nuestro hogar hasta necesitarlo; es importante trabajar con antelación para garantizar las necesidades futuras.
El consenso es rotundo al señalar como tardío los 71-80 años como momento en el que emprender una reforma. Y señalan la franja de los 55-65 años, idealmente. Entre otras razones porque es aconsejable que sean las mismas personas mayores las que puedan emprender estos cambios y obras en el hogar, sin tener que contar con la validación y/o aprobación de familiares. Aparte, se tiene que romper el mito por el cual adaptar la vivienda es convertirla en una ‘casa de ortopedia’.
Encima, según portales de compraventa de viviendas (Idealista y Servihabitat), reformar antes el hogar hace que las disfrutemos más tiempo, emprendamos el cambio con mayor entusiasmo y obtengamos un mejor resultado. Al mismo tiempo se logra otra gran ventaja, pues esto repercute en el mercado: una vivienda reformada aumenta su valor en un 24%.
Leer más: ¿En qué consiste una rehabilitación energética de la vivienda y por qué resulta tan interesante?