¿Has oído hablar del concepto Ikigai? Todos tenemos un ikigai en nuestro interior. Es un concepto japonés que significa «la razón de vivir» o «la razón de ser». Se trata de buscar aquello que es un motivo para vivir. Los japoneses han creado algunos consejos que nos ayudan a buscar, desarrollar y encontrar nuestro propio Ikigai. Dicen que quienes practican este pensamiento o forma de vivir, lo hacen durante más años y, además, más felices. ¿Merece la pena probar, no? Para llevar el Ikigai a nuestra casa, a la decoración, no hace falta conocer muchas reglas o un decálogo de normas. Es mucho más sencillo. Con apenas 5-6 consejos es posible aplicar el Ikigai al interiorismo para que este favorezca esa búsqueda.
¿Por qué aparece el Ikigai en nuestras vidas?
La globalización ha permitido que nos acerquemos a otras culturas, pero también que nos fijamos en aquellas de las que podemos aprender, de las que tenemos algo que sacar. De la cultura japonesa y de la nórdica, parece que nos interesan esas formas de pensar que nos invitan a disfrutar más del ahora, a compartir las cosas sencillas, a vivir con menos de todo aquello material y parar. Así pyt, hygge o feng shui se cuelan en nuestro vocabulario y estilo de vida. El Ikigai lo adoptamos de la cultura japonesa como idea para alcanzar el bienestar en casa, el mindfulness, el equilibrio. El ikigai se puede aplicar a todos los ámbitos de la vida. También a nuestras casas, haciéndolas más acogedoras.
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¿Cómo aplicar el 'Ikigai' a la decoración?
El término Ikigai viene de la unión de dos palabras japonesas: iki=vida; gai=realización. Preguntarse qué nos hace sentir bien, con qué y quién estamos verdaderamente a gusto, qué aficiones hacen que nos relajemos… es el paso previo para saber cómo aplicar el Ikigai a la decoración de nuestra casa.
- Rodéate de las personas que quieres y te quieren. Este es uno de los conceptos que el Ikigai nos invita a practicar. Y para ello debes preparar tu casa, para acoger a los amigos y familiares. Pero piensa cuánte gente y si eres de grandes reuniones o de petit comité. Esto te ayudará a crear una zona de estar con muchos asientos, un comedor grande, un espacio más pequeño… Solo personas con las que verdaderamente quieres estar e invertir tu tiempo.
- Para, respira y tómatelo todo con calma. La filosofía Ikigai es otra de las que nos recomiendan que nos tomemos la vida con tranquilidad. Encuentra tiempo para ti y cuídate, mímate con un baño relajante o cuidados de belleza, con un desayuno sin prisa en la cocina mirando por la ventana, con un atardecer en la terraza…
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- Rodéate de naturaleza. Plantas dentro y fuera de casa y conecta el interior de tu hogar con el exterior a través de las ventanas, abriendo cortinas y levantando persianas, llenado el interior de luz, dejando que se pierda la vista en el horizonte, prolongando el salón en la terraza o jardín…
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- La importancia de cuidar lo que haces. Sé consciente de a lo que te estás dedicando en este momento. Sea lo que sea que vayas a hacer, hazlo consciente y cuidanlo los detalles, pon mimo y atención. Olvídate de ser multitarea y disfruta de hacer una sola actividad, consciente. Notarás la satisfacción. Si lees, lee; si cocinas, cocina; sin distracciones, deja el móvil, no contestes inmediatamente a cada mensaje…
- Haz deporte y come sano porque esto ayuda a mantener un cuerpo activo y nos hace más plenos y felices. Y esto lo puedes hacer en casa. Aplicar el Ikigai a la decoración es este aspecto es fácil. Por un lado en la cocina con una buena organización del espacio para compartir momentos al cocinar y cocinar sano. Y por otro en algún espacio de la casa donde practicar deporte, algo de ejercicio. No hace falta una gran maquinaria si no tienes espacio, bastan algunas mancuernas, cintas elásticas, una colchoneta o esterilla para hacer abdominales…
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- Mantente activo. Decorar y cuidar la decoración hará que te mantengas activo, que adaptes el espacio siempre a lo que te gusta más. Así el Ikigai también se aplica al interiorismo. La vida nos pone por delante situaciones difíciles de gestionar, pero hay que mantenerse activo y calmado, así uno se sobrepone. Recupera un mueble y restáuralo, redecora con textiles, organiza… todo esto hará que, al ver el resultado, te sientas bien.
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