Ideas de decoración

10 formas sencillas de practicar 'mindfulness' cada día en casa

Lleva a cabo estas ideas y rutinas y te sentirás mejor, más zen. Notarás cómo tu casa te hace sentir a gusto contigo y con ella. Disfruta de las pequeñas cosas, esas que tanto aportan, de un poco de tiempo dedicado a ti.

Por Alejandra Muñoz

Los que practican mindfulness hablan de sus bondades, del cambio que han notado para llevar una vida más plena, tranquila y disfrutar más de cada detalle. Merece la pena probarlo ¿no crees? La casa mindfulness está pensada y organizada para vivir, no para impresionar. Se disfruta, se pasa tiempo en ella y se valoran todas las actividades que se realizan dentro solo o en compañía. Vamos a ver 10 formas de practicar mindfulness en casa pero, como detalles generales, usa colores claros para decorar los ambientes, mantenlos en orden y decorados con sencillez, con muchos elementos relacionados con la naturaleza y otros tantos que te den paz y bienestar, usa madera y fibra y materiales naturales también en los textiles. Cuida la iluminación, favorece la entrada de luz natural, las vistas con el exterior si son agradables, y cuida la iluminación artificial para que invite a estar y a relajarse.

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1. Crea un rincón para ti en casa

Un espacio personal, que solo sea tuyo, en el que te sientas a gusto. Puede ser un espacio en el que practicar una actividad que te motiva o relaja, que te da satisfacción. Tu hobby, tu afición favorita… ya sea leer, hacer punto, escuchar música, montar maquetas o pintar. Sentir que tienes tu espacio en el que casi nadie puede molestarte y que allí te dedicas con exclusividad a lo que más te gusta logrará que te sientas mejor.

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2. Un espacio para la meditación

La meditación y el mindfulness van de la mano. Los expertos en la materia indican que no hay que marcarse un tiempo a la hora de meditar. De hecho, muchas personas sienten los beneficios con tiempo de meditación cortos. Busca un espacio en el que meditar y establece la rutina zen. Si tienes un hueco tranquilo, sin ruidos, alejado del ritmo de la casa, con unos cojines, donde puedas poner velas, algo de música que te ayude a concentrarte en la meditación, en ti y en tu respiración y poner algún aroma, mejor.

Y recuerda además que meditar no solo se puede hacer sentado. Es decir, se trata de ser consciente de lo que haces, de lo que sientes, de lo que percibes, de lo que te rodea. Puedes hacerlo mientras das un paseo. Si tu opción es sentado, hay varias posturas para practicar mindfulness. Lo más importante es que la espalda esté recta y te puedes ayudar de un cojín o bloque y sentarte sobre ellos.

3. Abre las ventanas

Ventilar es una manera de renovar el aire del interior pero también abrir las ventanas es una forma de entrar en contacto con el exterior. De sentirte parte de lo que hay fuera. Aprovecha un minuto cuando te levantes para mirar por la ventana y visualizar los objetivos del día. No seas exigente. No se trata de hacer una lista inabarcable sino de las dos o tres cosas que te gustaría lograr en el día a nivel laboral o personal. Y si cuentas con vistas bonitas hacia el horizonte o la naturaleza, deja que estas entren en casa constantemente.

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4. El orden en casa

El orden está especialmente relacionado con el bienestar y tranquilidad de un hogar. Mantener la casa organizada ayuda a sentirnos mejor. Así que no dejes que el caos se apodere de las habitaciones. Bastan 5 minutos cada día para organizar lo que se queda por medio, recoger la ropa del día, la mesa del escritorio, la cocina…

5. Detox de dispositivos móviles

No te lleves el móvil a la cama, no lo tengas en la mesa, no estés en el sofá con tu pareja mirando la pantalla cada uno… parecen gestos normales que se han instalado en nuestro día a día pero no ayudan en nada a la comunicación. Disfruta de la familia de esos momentos con ellos. Charlad de lo que os ha pasado, compartid anécdotas y pensamientos. La mente de todos lo agradecerá y hará que te sientas mejor.

6. Disfruta de la naturaleza dentro de casa

Tanto en el interior como si cuentas con una terraza, balcón, patio o jardín. Las plantas son símbolo de naturaleza y de vida. Observarlas nos aporta calma pero también cuidarlas. Puedes practicar mindfulness con ellas o gracias a ellas concentrándote cada día en su cuidado, en las tareas de riego.

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7. Las fibras: elige muebles y complementos en este acabado

En ese disfrutar de la naturaleza dentro de casa deja que los accesorios decorativos y muebles en fibra decoren en interior. No son exclusivos del jardín y su carácter relajado y natural dará ese toque que necesitas a los ambientes: lámparas, una alfombra, cestos decorativos, una butaca… y combina con madera natural, tanto en tonalidad como en acabado, un banco o taburete que parezca recién salido del bosque.

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8. Siempre un altavoz a mano

Ya sea un tocadiscos, un altavoz bluetooth, la radio o el dispositivo o forma que elijas para escuchar música pero hazlo. La música reduce el estrés, nos pone de buen humos y estimula la creatividad. Por eso, los acordes adecuados son buenos incluso cuando estamos trabajando. Hay música de todo tipo y para sentirte bien debes escuchar lo que te apetece, lo que te gusta. No se trata de poner música zen o relajante. Solo debes poner música en casa, tener un rincón dedicado a ella para que resulte cómodo su uso y ser consciente de lo que suene y cómo te hace sentir.

9. Al acabar el día… ¡el dormitorio!

El dormitorio es un refugio donde debes sentirte en paz. Es el lugar de la casa donde pasas los minutos previos antes de descasar. Decóralo de manera armónica y sosegada, con tejidos naturales como el algodón o el lino para vestir la cama. Ese contacto de las fibras naturales con el cuerpo es muy agradable y te ayudará en tu descanso. Túmbate, respira acompasadamente desde el diafragma y nota cómo cada parte de tu cuerpo se relaja.

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10. Comidas 'slow'

Tanto si comes en el comedor como en la cocina o con una bandeja sobre las piernas en el sofá activa el modo slow, hazlo despacio, mastica bien, invierte tiempo, sé consciente de sabores y de lo que comes. Así que haz que los espacios que te rodeen se sientan acogedores, prepara el plato bonito, usa menaje que te guste y pon la mesa aunque sea solo para ti.

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