Si no has escuchado hablar sobre estos tacos, te diremos que se llaman así porque se fríen y adquieren un bonito color tostado. Son también una manera excelente de aprovechar restos de pollo o de cualquier otra carne, así como de trozos de lechuga, tomate, queso, salsas, chiles... Y los puedes tener enrollados en la nevera, tapados, y freírlos cuando vayas a comerlos para que estén calentitos.
- 8 ud de Tortillas mexicanas
- Restos de pollo asado
- 1 unidad de Cebolla grande
- 1 unidad de Tomate
- Aceite de girasol
- Salsa mexicana verde o roja
- Sal
- Pimienta negra
Para acompañar
- 300 ml de Crema agria
- 100 g de Queso fresco desmenuzado
- 1 unidad de Tomate
- 0.5 unidad de Cebolla
- Hojas de lechuga
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1.
Pela y pica la cebolla y el tomate en daditos finitos.
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2.
Pica bien los restos de pollo asado vigilando que no haya nada de piel ni de huesos.
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3.
Echa un poco de aceite en una sartén y pocha la cebolla. Agrega el tomate y deja cocinar unos minutos. Salpimenta.
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4.
Añade el pollo y rehoga 3 minutos. Incorpora trocitos de chile fresco o alguna salsa mexicana (la verde pica menos y la roja más).
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5.
Rellena las tortillas con la mezcla anterior, enrolla y fríe en aceite caliente hasta dorar.
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6.
Sirve los tacos dorados con hojas de lechuga, rodajas de tomate y cebolla en juliana.
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7.
Añade por encima la crema agria y el queso fresco desmenuzado.
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