El uso de especias en postres es una tradición que viene de lejos y se hace en multitud de lugares. Es una forma de aromatizar y realzar el sabor. Las más empleadas, por ejemplo, para incorporar a tartas, galletas, pasteles o bizcochos son la canela, el jeingibre, el anís, la nuez moscada, el cardamomo o la pimienta. Algunas de ellas se las vamos a poner a este esponjoso bizcocho perfecto para en el desayuno o en la merienda.
- 150 g de Harina
- 150 g de Harina integral
- 2 cc de Levadura en polvo
- 1 cucharadita de Bicarbonato
- 0.5 cucharadita de Anís en polvo
- 0.5 cucharadita de Canela molida
- 0.5 cucharadita de Nuez moscada
- 0.5 cucharadita de Clavo en polvo
- 250 g de Miel
- 200 ml de Leche
- 60 g de Mantequilla
- 1 pizca de Sal
- Azúcar glas
-
1.
Precalienta el horno a 180ºC.
-
2.
Incorpora en un bol grande la harina integral y, pasados por un tamiz, la harina, la levadura, el bicarbonato y la sal.
-
3.
Añade ahora todas las especias: nuez moscada, canela, clavo y anís.
-
4.
Agrega la leche y la miel y bate todo bien hasta obtener una masa homogénea.
-
5.
Derrite la mantequilla e incorpórala también a la mezcla.
-
6.
Engrasa y enharina un molde rectangular alargado y vuelca la masa.
-
7.
Hornea a 180ºC durante 45-50 minutos aproximadamente vigilando que el bizcocho no se queme.
-
8.
Saca con cuidado del horno y deja enfriar para desmoldarlo. colocarlo en una bandeja y espolvorear con azúcar glas.
Más recetas de
DULCES:
Últimas recetas: