Si te apasiona el chocolate y, además te fascina la tarta de queso, este es tu postre. La tarta la preparamos con gelatina, mediante frío en nevera y sin necesidad de horno. La vamos a terminar con una cobertura a base de chocolate, nata y mantequilla. ¡Nos encanta!
Para la tarta
- 400 g de Queso mascarpone
- 3 ud de Hojas de gelatina
- 300 g de Nata para montar
- 100 g de Azúcar blanca
- 1 cucharadita de Extracto de vainilla
- 150 g de Galletas Digestive
- 75 g de Mantequilla
Para la cobertura
- 250 g de Chocolate para postres
- 160 g de Nata
- 60 g de Mantequilla
PARA LA TARTA
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1.
Tritura las galletas, mezcla con la mantequilla derretida y pon esta masa en la base de un molde desmontable (de 23 centímetros), alisando la superficie con una cuchara para que quede plana. Reserva en la nevera.
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2.
Pon a remojar 3 láminas de gelatina en agua fría durante unos 5 minutos para que se ablanden.
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3.
En un cazo fuego medio echa 100 gramos de nata junto con el azúcar y la gelatina escurrida y remueve bien todo.
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4.
Añade el resto de la nata, la vainilla y el queso y mézclalo bien hasta que se integre todo (si quedan grumos es recomendable batir con la batidora de mano).
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5.
Saca el molde de la nevera y vierte sobre la base de galletas la mezcla anterior.
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6.
Mete la tarta en la nevera durante unas 3 horas mínimo hasta que se solidifique.
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1.
En un cazo calienta el chocolate, la nata y la mantequilla y deja al fuego hasta que empiece a hervir
-
2.
Deja que pierda temperatura y echa la cobertura por encima de la tarta.
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3.
Mete en la nevera y deja enfriar 1 ó 2 horas más.
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