Un bizcocho casero es una de las mejores opciones para incluir en tus desayunos o meriendas. Este que te proponemos es muy sencillo de preparar y tiene todo el sabor de la vainilla, una especia que nos encanta. Lo decoramos con unas fresas.
- 4 ud de Huevo
- 350 ml de Leche
- 200 g de Harina
- 4 cs de Mantequilla
- 1 vaina de Vainilla natural
- 100 g de Azúcar blanca
- 1 pizca de Sal
- Fresas
- Azúcar glas
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1.
Precalentamos el horno a 180ºC.
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2.
Abrimos longitudinalmente la rama de vainilla, extraemos las semillas con la punta de un cuchillo y echamos todo en un cazo con la leche y el azúcar.
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3.
Calentamos sin que llegue a hervir, retiramos la rama de vainilla y dejamos enfriar.
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4.
Separamos las claras de las yemas.
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5.
Echamos la harina y la leche en un cuenco y batimos con varillas hasta obtener una crema ligera, sin grumos.
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6.
Añadimos las yemas, la mitad de la mantequilla y una pizca de sal y continuamos batiendo hasta obtener una crema más densa.
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7.
En otro cuenco montamos las claras de huevo a punto de nieve con unas varillas eléctricas y las incorporamos a la mezcla anterior cuidadosamente.
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8.
Engrasamos con el resto de la mantequilla un molde redondo desmontable de bordes altos de 18 cm de diámetro.
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9.
Vertemos la crema en el molde y horneamos a 180º entre 15 y 20 minutos o hasta que veas que la superficie se dora ligeramente.
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10.
Lava, seca y trocea las fresas y cuando el bizcocho se haya templado, colócalas por encima y espolvorea con azúcar glas.
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