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Fácil
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¡HOLA! COCINA
En Italia se toma mucho este tipo de conservas, sobre todo a la hora del aperitivo. Además de tener un sabor y una textura muy apetecibles, el aceite te permite conservar durante mucho tiempo numerosos alimentos. Elegimos tomates secos, ajo y orégano para esta receta.
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1.
Lava, seca y corta en cuartos los tomates.
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2.
Colócalos en una bandeja de horno, con la pulpa hacia arriba y salpimenta.
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3.
Hornea a 65°C durante al menos 6 horas, volteándolos de vez en cuando y retira cuando estén secos.
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4.
Otra fórmula es secarlos al sol, durante aproximadamente una semana. En este caso se disponen en una fuente con la pulpa hacia arriba y se dejan al sol hasta la tarde, momento en el que se recogen dentro de casa, para volver a sacarlos al día siguiente. Es importante cubrir con una campana mosquitera para evitar el contacto con insectos. Si se tiene tiempo, esta opción es la más interesante, por el resultado del producto.
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5.
Pela y pica los ajos.
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6.
Echa en un tarro de crital los tomates secados, el ajo y un puñado de orégano fresco.
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7.
Cubre con aceite de oliva, tapa ¡y listo!
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