Esta receta es perfecta para que los niños, a los que no suele gustarles comer pescado, lo hagan sin darse cuenta. Es divertida, vistosa y, además, deliciosa gracias al suave toque del calabacín y a un rebozado que está formado por pan rallado y queso Grana Padano. Para una celebración, quedan estupendos.
- 500 g de Lenguado (en filetes)
- 50 g de Queso Grana Padano
- 2 ud de Calabacín grande
- 2 cs de Pan rallado
- 1 unidad de Limón
- 1 unidad de Cebollino
- Aceite de oliva virgen
- Sal
- Pimienta negra
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1.
Precalentamos el horno a 180 ºC.
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2.
Cortamos los calabacines a lo largo y escaldamos durante unos minutos en agua con sal.
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3.
En un bol, mezclamos el pan rallado con el queso Grana Padano rallado, el cebollino picado, la ralladura de limón, la sal y la pimienta.
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4.
Cortamos los filetes de lenguado a lo largo y espolvoreamos la mezcla anterior. Colocamos una lámina de calabacín sobre los filetes, enrollamos hasta que tenga forma de rollito y sujetamos con un palillo.
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5.
Colocamos los rollitos en una bandeja de horno, protegida con papel vegetal, rociamos con un chorrito de aceite de oliva virgen extra y horneamos durante 10-15minutos.
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