A veces, lo más sencillo es lo que más nos gusta, como este helado de fresas en el que apenas incluimos ingredientes: unas fresas maduras, un poco de azúcar, leche, nata y el toque cítrico del zumo de limón. Sencillo, suave y delicioso. Lo preparamos con una heladera aunque también se puede hacer en el congelador, mezclándolo con un tenedor cada media hora para que no se formen cristales de hielo.
- 200 ml de Nata para montar
- 125 ml de Leche entera
- 400 g de Fresas maduras
- 70 g de Azúcar blanca
- 0.5 cucharadita de Zumo de limón
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1.
En un bol, ponemos las fresas troceadas junto con el azúcar y las dejamos reposar en la nevera un mínimo 2 o 3 horas, aunque lo ideal es dejarlas toda la noche.
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2.
Transcurrido este tiempo, ponemos en la batidora las fresas con el azúcar, junto con la leche y el zumo de limón. Trituramos bien todo. Podemos colarlo para eliminar las pepitas de las fresas o algún trozo que haya podido quedar.
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3.
Montamos bien la nata y, en cuanto la tengamos lista, la vamos añadiendo poco a poco a la mezcla de las fresas, integrándola suavemente.
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4.
Ponemos la mezcla en heladera y hacemos que trabaje unos 30 minutos aproximadamente, depende del tipo de heladera y de la instrucciones del fabricante.
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5.
Por último, lo pasamos todo a un recipiente y lo metemos al congelador como mínimo un par de horas.
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