El membrillo es una fruta otoñal ideal para incorporar en recetas dulces. Procede de un árbol que se llama membrillero. Es un producto que tiene poco azúcar y sí bastante fibra. No se puede comer en crudo, por su alto poder astringente y su sabor ácido. De ahí que casi siempre se cocine con azúcar. En esta receta, lo vamos a incorporar a un delicioso pastel, o 'pie', templado.
- 800 Kg de Membrillo
- 150 g de Azúcar blanca
- 4 ud de Clavo
- 1 ud de Canela en rama
- 500 ml de Agua
- 4 ud de Huevos
- 150 g de Mantequilla
- 300 g de Harina
- 1 sobres de Levadura en polvo
- 1 cc de Esencia aroma de vainilla
- Azúcar glas
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1.
Pelamos los membrillos y los cortamos en gajos.
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2.
Ponemos el agua con 75 gramos de azúcar, la canela, los clavos y los membrillos en una cazuela.
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3.
Los cocemos durante unos 10-15 minutos a fuego lento, escurrimos y dejamos enfriar.
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4.
Trituramos la mitad del membrillo con un poco del líquido de su cocción.
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5.
Mezclamos la mantequilla con el resto de azúcar.
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6.
Incorporamos los huevos, la vainilla y el puré de membrillo.
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7.
Añadimos la harina y la levadura tamizadas y mezclamos muy bien hasta tener un compuesto homogéneo.
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8.
Precalentamos el horno a 180º.
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9.
Engrasamos y enharinamos un molde redondo y volcamos la masa.
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10.
Colocamos encima los gajos de membrillo cocido que teníamos reservados.
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11.
Horneamos entre 45 y 50 minutos o hasta que veamos que la masa está doradita.
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12.
Sacamos del horno, dejamos que se temple y servimos con azúcar glas espolvoreada por encima.
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