A menudo estamos acostumbrados a comer albóndigas de ternera o cerdo, quizás pollo o de pescado, pero es menos frecuente hacerlas de cordero. ¿Y por qué no si el resultado es igual de delicioso? Os proponemos usar esta carne para elaborar unas albóndigas, que vamos a acompañar con unas zanahorias hervidas y un cuscús. Es un plato ideal para llevar en una tartera.