
Es ahora, en plena primavera, cuando nos encontramos en el momento óptimo de consumo de estas dos frutas de hueso. El níspero y el albaricoque se parecen en el color -y ni siquiera del todo-, en su procedencia de la familia de las rosáceas, en su origen asiático -eso sí- y en algunas de sus propiedades saludables -también-. A veces puede que lleguemos a confundirlas, por eso queremos ayudarte a que las distingas bien.
El níspero, la primera fruta de hueso que madura
Su temporada es muy corta (más que la del albaricoque), concretamente de abril a mayo, aunque a veces podemos encontrarlos también en marzo y junio. Es la fruta de hueso que más pronto madura y aparece en los mercados en plena primavera.
Sus principales características son:
- Tamaño pequeño y forma ovoidal
- Color entre anaranjado y amarillento
- Pulpa aromática que se oxida rápidamente
- Piel áspera y firme
- Sabor entre ácido y dulce, un tanto exótico
- Jugoso y carnoso
- Fácil de pelar
- Contiene varias semillas en el interior
Hay una denominación de origen protegida
El níspero es originario de China y Japón y llegó a la cuenca Mediterránea donde se adaptó a la perfección por las condiciones de suelo y clima, concretamente a la Comarca de la Marina Baixa (Alicante), que goza, desde principios de la década de los 90, de la Denominación de Origen Protegida Callosa d’en Sarrià. Sus variedades más conocidas en España son 'tanaka' y 'algerie’.
Propiedades saludables y cómo consumir el níspero
Desde un punto de vista saludable, el níspero aporta muy pocas calorías. Es una fruta rica en fibra -contribuye al equilibrio de la flora intestinal- y en carotenoides (vitamina A), que facilitan al cuidado de la piel. Su notable porcentaje de potasio a combatir problemas musculares. Y también posee una cantidad importante de calcio y hierro.
Esta fruta se consume, sobre todo, en fresco, al igual que el albaricoque, aunque también puede cocinarse, especialmente en mermeladas, jaleas, confituras, zumos y postres. Pero en preparaciones saladas, como gazpachos, ensaladas, salsas, mayonesas o chutneys nos ofrece igualmente resultados deliciosos.

El albaricoque, damasco o alberchigo
El albaricoque aparece en los mercados en el mes de mayo y su temporada se puede prolongar hasta el mes de septiembre. Son conocidos también con el nombre de ‘damascos’ y ‘alberchigos’.
Es originario de las zonas templadas de Asia, Corea del Norte o Manchuria y hay dos teorías sobre su introducción en Europa: una que dice que fueron los romanos los que la trajeron hasta Armenia y Turkestán y otra que sostiene que los árabes extendieron su cultivo por el norte de África y de ahí pasó a Europa.
Las variedades más populares que se encuentran en el mercado son ‘builda’, ‘canino’ (ambas españolas), ‘nancy’, ‘paviot’, ‘moniquí’, ‘currot’, ‘galta roja’, ‘ginesta’ y ‘mitger’.
Sus principales características son:
- Tamaño pequeño y redondo con un característico surco que la divide en dos mitades
- Color entre amarillo, rosado y anaranjado
- Fruta muy aromática
- Piel aterciopelada
- Se puede comer con o sin piel, bien lavado
- Sabor dulce, con algún toque ácido, dependiendo de la variedad
- No es tan fácil de pelar
- Contiene una semilla en el interior de la cual se hace un aceite empleado en cosmética
Propiedades saludables y consumo del albaricoque
Esta fruta presenta un aporte de calorías bajo frente al contenido que nos proporciona de fibra, que favoreciendo el tránsito intestinal. Destaca su notable porcentaje hierro, potasio y magnesio -importantes para la actividad muscular y la formación de huesos y dientes- y de provitamina A (betacarotenos).
Se considera al albaricoque una fruta con poder antioxidante y un aliado para la piel, la visión, los huesos y el sistema inmunológico.
La presencia de la vitamina B3 convierte al albaricoque en una fruta ideal para el buen funcionamiento del sistema nervioso y para controlar y reducir el colesterol.
También, como el níspero, el albaricoque como más se consume es en fresco. Pero es una fruta que podemos encontrarla en almíbar o desecada -muy presente de esta manera en recetas árabes y en muchas de origen medieval-.
Fresca se utiliza para elaborar macedonias, smoothies, postres, cócteles, helados, etc. Y, en salado, es ideal para hacer salsas, chutneys, gazpachos y otras sopas frías, etc.
7 recetas con estas frutas
Aunque tanto el níspero como el albaricoque se consumen de forma mayoritaria en fresco, comparten su versatilidad en la cocina.
Con estas dos frutas de hueso podemos preparar desde los platos más tradicionales y sencillos a los más innovadores y elaborados, tanto dulces como salados. Nosotros optamos por 7 bastante fáciles para que aproveches estas frutas temporada, ahora que están en su mejor momento.

Paso a paso: ensalada de gambas y albaricoques
No solemos incorporar fruta de forma habitual a nuestras ensaladas y quedan deliciosas. Te animamos a que pruebes esta original mezcla de espinacas, cebolletas, gambas y albaricoques.

Paso a paso: albóndigas con nísperos
Nos encanta la mezcla de fruta con otros productos como carne, pescado, marisco o verdura. Optamos por los nísperos para cocinarlos como parte de unas albóndigas de carne de ternera y de cerdo. ¡La combinación es de lo más original!

Paso a paso: pollo a las finas hierbas con salsa de albaricoques
Al pollo le van de miedo determinadas salsas hechas con fruta. Maceramos unos filetes de pechuga con hierbas aromáticas, los cocinamos a la parrilla y los acompañamos con una salsa hecha con albaricoques.

Paso a paso: nísperos a la plancha rellenos de queso con almendras
Nos encanta cómo quedan determinadas frutas cocinadas a la plancha o a la brasa. Así preparamos unos nísperos, que bañamos con una salsa hecha con queso quark y almendras en láminas.

Paso a paso: sopa de melocotón, melón y albaricoque
Esta receta puede servirnos tanto como entrante o aperitivo para comenzar una comida como para postre. Al inicio, nos prepara las papilas gustativas para degustar todo lo demás y al final nos ayudará, gracias a su frescor, a hacer la digestión y nos dejará un magnífico sabor final de boca.

Paso a paso: tarta de albaricoque y almendra
Preparamos una base para esta tarta con harina, almendras, azúcar y huevos. La horneamos unos minutos, le ponemos mitades de albaricoque encima para hornear unos minutos más. Al salir, dejamos templar y espolvoreamos azúcar glas.

Paso a paso: sorbete de nísperos
Aprovecha que están de temporada para preparar bastante sorbete, congelarlo y tenerlo disponible durante varios días. Este sorbete de níspero es perfecto para acompañar con todo tipo de frutas frescas.