Carne de buey: del campo a la mesa
Hasta ahora estábamos muy familiarizados con el enoturismo, el oleoturismo o, incluso, el ‘jamónturismo’… pero ahora también podemos ‘viajar’ disfrutando de los bueyes imponentes que crían en la finca de Terrabuey, a pocos kilómetros de Cuéllar (Segovia), para luego disfrutar de su carne de diferentes maneras en el restaurante La Brasería. Todo un ‘parque temático dedicado al buey”, como declaran sus promotores
En Torrebuey trabajan varias razas, cada una con sus peculiaridades, pero siempre las eligen en función del potencial que puede desarrollar su carne. Hay rubia gallega, alistana, tudanca, avileña, barrosa, berrenda –negro y colorado-, frisona, sanabresa, carchena, minhota portuguesa, etc.
La ‘estrella’ de Terrabuey es, sin duda, Pocholo, que pesa unos 2.100 kilos, mide 1.90 metros, está a punto de cumplir 11 años y está considerado el buey más grande y caro del mundo. Es de origen francés, raza Blonda de Aquitania y la mayor atracción de todas las visitas.
Jorge Guijarro, uno de los promotores de Terrabuey, que, además, ejerce de parrillero en el restaurante La Brasería, en Cuéllar (Segovia).
Con la carne de buey en Terrabuey elaboran embutidos como el chorizo, el salchichón y la cecina.
Uno de los platos que ofrecen en el restaurante La Brasería es el steak tartar de carne de buey, delicioso por el producto pero también por su aliño.