¿Deberías evitar el exfoliante si tienes la piel sensible? Esto es lo que opinan los expertos

Resolvemos todas tus dudas sobre este paso de la rutina 'beauty'

Por Cristina Álvarez

Solo las que tenemos la piel sensible sabemos de la importancia de llevar a cabo una rutina de cuidados extremadamente delicada. Por eso, en cuanto escuchamos la palabra 'exfoliación', nos echamos a temblar porque lo relacionamos con productos agresivos que pueden dañar nuestro rostro. Es cierto que para muchas personas el exfoliante facial es un paso imprescindible para que la piel esté libre de impurezas y más bonita, sin embargo, ¿es recomendable para las más sensibles? Y, lo más importante, ¿realmente lo necesitamos? Para resolver todas estas dudas hemos hablado con varios expertos que nos han dado su opinión sobre este tema que sigue generando tantas preguntas hoy en día. 

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La clave es una buena limpieza

"Aunque es un proceso abrasivo, es recomendable en casi todos los tipos de piel, incluso la sensible. Solo tienes que elegir el que mejor se adapte a tus necesidades y aplicarlo con la frecuencia que tu piel lo permita", explica Marinesa Meca, Responsable de Formación de Laboratorios SVR. "Tras el uso de un exfoliante, la piel está más limpia y lisa, lo que se traduce en un aumento de la luminosidad. Pero, además, la exfoliación tiene un valor añadido porque estimula la renovación celular y permite que la piel absorba mejor el resto de los cosméticos", nos cuenta. Por su parte, la experta en estética Carmen Navarro añade que: "Si no eliminamos las células muertas, nuestra piel además de lucir envejecida y apagada está construyendo una barrera por la que no penetran los principios activos que estemos aplicando. Por eso, es clave realizar una buena limpieza profesional y mantener una buena rutina en casa. Pero no olvides que la frecuencia vendrá marcada por tu tipo de piel. Tan malo es no exfoliar como hacerlo en exceso. En el caso de las pieles sensibles debe realizarse con cuidado y con un exfoliante adecuado". "Recomiendo realizarla una vez a la semana como máximo, o incluso cada 15 días, dependiendo del estado de la piel. Las fórmulas deben de ser suaves y neutras", apunta Myriam Yébenes, Directora del Instituto de Belleza y Medicina Estética Maribel Yébenes.

Exfoliantes enzimáticos: tus aliados

Por si no lo sabías, existen dos tipos de exfoliantes: mecánicos (los que tienen partículas granuladas que arrastran las células muertas con la ayuda de un masaje circular) y químicos (formulados con ingredientes efecto peeling, como los ácidos). "Las pieles sensibles no deben obviar este paso tan importante en nuestra rutina de belleza, sino adaptar el exfoliante a sus necesidades. Este tipo de pieles que se enrojecen e irritan con facilidad, deben utilizar fórmulas suaves, neutras y regulares. Nosotras recomendamos exfoliantes enzimáticos porque su efectividad es mucho mayor y, gracias a su composición a partir de extractos de frutas, son aptos para todo tipo de pieles. A diferencia del mecánico, estos peelings no actúan por fricción, por lo que no hace falta ejercer presión ni manipular demasiado la piel. Para extenderlos, basta un suave masaje con la mano o con un pincel de abanico", aseguran Marta Barrero y Elena Ramos, farmacéuticas, expertas en dermocosmética y directoras de The Secret Lab. "También pueden recurrir a una leche limpiadora con scrub que les ayude a realizar un peeling paulatino y ligero", es otra opción que nos recomienda Carmen Navarro para dejar la piel limpia, sin restos de maquillaje, polución, exceso de grasa y toxinas, células muertas... y, además, favorecer la oxigenación de la piel. 

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Cuidados extra

"No se debe utilizar en zonas que estén especialmente enrojecidas", recuerda Sandra Burgos, Directora de Formación de Clinique España, que nos aconseja evitar siempre el contorno de ojos porque la piel es extremadamente delicada. Es importante que el grano sea fino y que se aplique con masajes circulares. Si, además, contiene un agente calmante o hidratante como la caléndula o el ácido hialurónico, mucho mejor. "Estos dos principios activos evitarán irritaciones o reacciones de la piel sensible. Cuando se retire el producto, hay que asegurarse que no queda nada para evitar irritaciones al secarnos. Conviene hacerlo con pequeños toques de la toalla y no arrastrándola, ya que las fibras de la toalla pueden irritar la piel recién exfoliada", dice la Dra. María Liñero, de Clínica Dray.

"Si después de la exfoliación notas que tu piel se altera bastante, puedes aplicar un poco de Aloe Vera o Rosa de Mosqueta y dejarlo actuar unos 20 minutos a modo de mascarilla", afirma Laura Parada de Slow Life House. En eso coincide también Vanesa Paredes, Directora Técnica Farmacéutica del Área Cosmética de Marnys: "Tras la exfoliación es fundamental hidratar la piel para que pueda mantener su función barrera protectora natural y, además, para evitar que se irrite o se reseque. Un ingrediente natural perfecto para aportar hidratación y calmar tu piel después de cada exfoliación es el Aloe Vera".

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El mejor momento es ahora

"Con cada cambio de estación, es bueno hacer una exfoliación, pero hay que asegurarse de no tomar el sol justo después, especialmente en la pieles sensibles", apunta la Dra. María Liñero. Lo mismo opina la Dra. Patricia Ricarte, Directora de Asesoría Técnica de Germaine de Capuccini: "Es importante que antes del verano pongamos nuestra piel a punto, realizando una buena exfoliación, escogiendo adecuadamente los productos según nuestras necesidades. Eliminaremos el exceso de células muertas que se han generado, logrando así que la piel luzca más luminosa, libre de impurezas, lisa, renovada, lista para recibir el sol y conseguir un bronceado bonito y uniforme". "Un peeling químico no sería recomendable, menos aún en verano, pero un exfoliante sí, ya que prepara la piel antes de ir al sol, quita las células muertas y oxigena la piel. En pieles sensibles, siempre ser prudentes, hay que utilizarlos de forma más moderada", recomienda el doctor Simón Dray.

En los casos más extremos, puede ser perjudicial

Paola Gugliotta, fundadora de Sepai y APoEM, máster en Dermocosmética y que actualmente está realizando un posgrado en la Harvard Medical School, defiende que una piel sensible no se debe exfoliar "en ningún caso con ningún tipo de exfoliante". "Las personas que realmente la tienen sensible tienen la barrera hidrolipídica muy debilitada y, por ese motivo, tienen menos defensas de protección ante todas las agresiones externas. En esas pieles, una exfoliación es lo peor que puede pasarles". La experta asegura que "es muy peligroso" y recuerda que hay muchísimos estudios científicos que demuestran que una persona que tiene la piel sensibilizada, no tiene protección. "Es como si tuvieras una malla con huecos muy grande y deja que todo traspase, sea bueno, o malo, y estas personas son más propensas a sensibilizaciones y alergias. Con lo cual, cualquier tratamiento que vaya a destruir, a deshacer, a minimizar las capas superiores de la piel, no es bueno. Ni la exfoliación mecánica, ni la más suave, que es la enzimática", dice de manera contundente.