Claves para sacarle más partido al gimnasio

Por hola.com

Al gimnasio has de ir concienciada de que vas a salir mejor de lo que has entrado; aunque cueste. Y, sobre todo, convencida de que hacer ejercicio de forma regular te va a servir para estar mejor y sentirte más a gusto contigo misma. Aunque, por si acaso, conviene elegir uno en el que durante las primeras 24-48 horas alguien se encargue de llamarte por teléfono y asegurarse de que te va a ver en la sala. Esto es fundamental, porque tú ya has hecho lo más importante, que es apuntarte, y si no te dan esa sesión para contarte los beneficios que tiene entrenar en una sala, y que te empieces a mover un poco de forma autónoma, en seguida corres el riesgo de “desinflarte”, te puedes desmotivar y eso ya es irrecuperable.

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Importante es también que el centro siga manteniendo esa atención personalizada con al menos un par de sesiones de control o dos reuniones de seguimiento en los primeros 100 días. En una palabra una persona que te acompañe, que te guíe. Si eres capaz de ir al gimnasio tres días a la semana de forma frecuente durante los dos primeros meses vas a ser absolutamente incapaz de dejar de hacer ejercicio. Puede que vayas al gimnasio con menos frecuencia, pero encontrarás la forma de entrenar en casa, de correr por el parque, de pedalear, porque tu propio cuerpo te lo va a pedir.

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Lo primero que te va a enseñar tu entrenador es lo más básico: el mecanismo de funcionamiento de cada una de las áreas del gimnasio, tanto de la cinta de andar como de la elíptica, la de estiramientos, etcétera. Luego tienes que estar al menos durante 4 semanas familiarizándote y trabajando con ellas. Pasado el primer mes, va a producirse esa primera sesión de control donde puede sumarse algún tipo de material o de ejercicio, y, a partir del tercer mes, lo ideal sería ponerse en manos de ese mismo entrenador para que diseñase un entrenamiento personalizado, que se salga del plan básico que has estado trabajando durante los dos primeros meses. Y trazar un plan específico que te aclare qué ejercicios son los mejores solo para ti.

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Tampoco te marques unos objetivos muy ambiciosos porque luego viene la frustración. Con acercarte al gimnasio y hacer 35-40 minutos las primeras semanas va a ser suficiente. Lo cierto es que, si bien existe aquel que no necesita ayuda, ocho de cada diez personas o no han estado nunca en un gimnasio o desconocen realmente las posibilidades que les ofrece cada aparato. Nada de hacer todos los días el mismo circuito, de manera que el cuerpo se habitúe. Cada uno tiene su corazoncito, sus limitaciones, sus necesidades… y, por tanto, el entrenador ha de marcarte los ejercicios que te van a venir bien. Para el asocial, pero voluntarioso, que se planta en el gimnasio, lo suyo es empezar por algo sencillo pero motivante, vencer las agujetas, darse la oportunidad de estar 2-3 semanas persiguiendo esa frescura, ese sentirse maravillosamente después de la ducha tras un buen rato de ejercicio.