La fascinante historia de la atleta María Vicente y el engaño que cambió su vida

Ha dicho adiós a su sueño de participar en los Juegos Olímpicos de París

Por Belén Nava M.

El sueño de María Vicente (22) de participar en los Juegos Olímpicos de París se ha desvanecido. Durante el Campeonato del Mundo indoor que se está celebrando en Glasgow (Escocia) y en el que era la favorita para el oro, la atleta española se ha roto el tendón de Aquiles. Tras conocer el alcance de la lesión ha reconocido en Marca estar "temblando y en shock" y  ha dicho ser consciente de que "será más duro que la última vez". Pero se trata de un obstáculo que afronta con energía y ha mandado un importante mensaje: "Estad seguros de que volveré más fuerte". Unas palabras con las que la deportista deja claro el optimismo, la superación y el esfuerzo que define su historia, que te contamos a continuación.

-La atleta María Vicente sorprende con la manicura más olímpica, ¡impresionante!

El atletismo siempre ha estado presente en la vida de María ya que su madre María José lo practicaba durante su etapa escolar y ha sido juez de esta disciplina y también entrenadora. Ella no se sentía atraída por este deporte porque pensaba que solo consistía en dar vueltas corriendo y prefería centrarse en el ballet. Pero una encerrona de su progenitora, convencida del potencial que tenía su hija de diez años, cambió todo para siempre. Una tarde pensó que iban a ir al cine en familia y su madre, su tía y su primo la llevaron a las pistas de L'Hospitalet sin imaginar que aquellas instalaciones se convertirían en su segundo hogar.

Tres años después de la primera toma de contacto con el tartán debutó en la competición. Su talento no pasó desapercibido, enseguida fue considerada como la gran promesa del atletismo nacional y su carrera empezó a ser comparada con grandes nombres como Usain Bolt. Los resultados así lo avalan: fue la primera campeona del mundo juvenil de nuestro país, la primera española plusmarquista mundial sub18, formó parte de las Olimpiadas de Tokio 2020, donde terminó en el puesto 18 de la clasificación y ganó la plata en los Juegos de la juventud, entre otros logros.

Las medallas no le han hecho nunca olvidarse de que la clave del éxito no es otra que trabajar diariamente, esforzarse y querer ser mejor. Su meteórica carrera tampoco le ha hecho librarse de los obstáculos: las críticas, los comentarios racistas, los prejuicios y las lesiones como la que acaba de sufrir. Pero ella solo mira al futuro y ya tiene claro que se volcará en la rehabilitación tras la operación que le hará en Barcelona el doctor Puigdellivol, el mismo que le trató de su anterior lesión y en el que confía porque tuvo una excelente recuperación.

Su día a día se desarrolla en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat del Vallès (Barcelona) que entrena con Ramón Cid, exseleccionador y antiguo responsable de saltos de la RFEA. A su lado intenta cada día superarse a sí misma, porque María Vicente tiene la capacidad de convertir las dificultades en nuevas oportunidades. "Soy una persona que cuanto más difícil lo tiene, cuanto más el foco está sobre mí y más presión hay, saco mi mejor versión", explicaba en Eurosport la atleta, que con toda seguridad seguirá dando grandes alegrías al deporte español.