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La visita de Meryl Streep a España para recoger el Premio Princesa de Asturias de las Artes 2023 está dejándole momentos para el recuerdo. Llevó a Oviedo la mañana del martes y 24 horas después le han hecho un recibimiento oficial en las puertas del Hotel de La Reconquista, donde incluso se ha atrevido a bailar al ritmo de los gaiteros de El Gumial de Moreda, a las 12.30 horas se ha desplazado hasta la fábrica de armas de La Vega para tener un encuentro con 500 adolescentes de todo el Principado. Llamado Las decisiones de Meryl, es un programa cultural para centros educativos en el que ha repasado su larga carrera profesional (debutó en 1977 en la gran pantalla y no ha dejado de encadenar proyectos desde entonces) y ha escuchado las originales propuestas que los jóvenes le han hecho sobre sus películas.
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Profesores y alumnos de 3.º y 4.º de ESO, Bachillerato y Formación Profesional la han recibido poniéndose en pie y entre aplausos a su llegada al acto. La ganadora de tres premios Oscar, con una enorme sonrisa, se ha dirigido hasta el escenario mientras daba la mano a los que se encontraban justo a los lados del pasillo y ha saludado con la mano a los que estaban más lejos. Ya sobre las tablas se ha animado a decir ¡Hola! en español antes de tomar asiento al lado del cineasta Sergio G. Sánchez, guionista de El orfanato y conductor de la charla, que se ha extendido durante una hora.
El diálogo con los jóvenes ha dejado momentos muy divertidos e inspiradores. Divididos en grupos, los estudiantes han estado analizando durante semanas la filmografía de Meryl Streep para proponerle finales alternativos a sus películas o un giro de guion a las escenas más emblemáticas. Entre las ideas que más le han divertido a la intérprete están las protagonistas de Mamma mia abriendo su revista de moda como en El diablo viste de Prada; el personaje principal de Los puentes de Madison quedándose sola en vez de elegir entre su esposo y su amante; y que Karen, de Memorias de África, renunciara a su vida de lujo para vivir en plena sabana.
Su visión de la interpretación, su pasión y su 'adición'
Al margen de estas ideas que los estudiantes han podido debatir con la propia Meryl, quien escuchaba a través de unos cascos en los que una intérprete le iba traduciendo, la estrella de Hollywood también ha compartido con ellos sus inicios profesionales y los momentos que han marcado su carrera, en la que mantiene las ganas del principio. "Interpretar para mí es una adicción", ha indicado. Además, su carrera tiene una máxima: "No pretendo enseñar nada, en las películas solo quiero hacer algo verdadero y honesto". En este punto ha recalcado que solo da luz verde a guiones con los que su corazón "palpite porque sienta que hay algo verdadero" y se plantea "si mi trabajo ayuda o envenena el mundo".
Meryl ha reconocido que hizo Río salvaje para demostrar a sus hijas que podía hacer una película de aventuras y que le gusta interpretar a mujeres inconformistas que se cuestionan a sí mismas. Recuerda que tenía solo tres años cuando tuvo claro a qué quería dedicarse y tuvo el respaldo de su familia, a la que sin embargo les preocupaba que su hermano quisiera ser bailarín. En la adolescencia decidió tener también una carrera universitaria y se decantó por Derecho, interesada por el sector medioambiental, pero el día de la prueba de acceso se quedó dormida.
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