La serie es una adaptación del clásico de Alejandro Dumas

¡Ya está aquí 'Montecristo'! ¿Se parece William Levy a su personaje? ¿Le gustaría trabajar con sus hijos? El actor lo cuenta

El intérprete cubano se ha sincerado sobre los retos y sacrificios a los que ha tenido que hacer frente, en lo profesional y en lo familiar, para participar en esta ficción

Por B. Moreno

¡Por fin ha llegado el día! Esa será la frase más repetida por los fans de William Levy que, tras ver al actor en Café con aroma de mujer, telenovela que le ha lanzado al estrellato a nivel mundial, pueden volver a disfrutar de su ídolo, desde este viernes en Movistar Plus+, en un ambicioso e inédito proyecto: Montecristo. Una ficción muy importante para el intérprete cubano ya que ha supuesto para él un reto tanto profesional como personal y en la que, además de meterse en la piel del protagonista, es productor ejecutivo, y no solo eso, se ha involucrado de tal manera que también ha ayudado a adaptar al formato televisivo la famosa novela de Alejandro Dumas en la que se basa la serie.

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En esta versión moderna del famoso clásico de la literatura mundial, William Levy encarna al enigmático Alejandro Montecristo, CEO de una empresa tecnológica que se muda a vivir Madrid para vengarse de sus enemigos tras una serie de trágicos sucesos acaecidos años atrás en su país natal, Cuba. Un papel que, tal y como ha asegurado el propio actor, es el personaje más complejo al que se ha enfrentado.

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Muchos se preguntarán si William Levy, de 42 años, comparte la visión de su personaje, un hombre consumido por la venganza que sigue la ley del ojo por ojo, o si el actor no se define como una persona rencorosa. "Me considero bastante vengativo, no, no es cierto, es broma, te quita mucha energía, es agotador mantener eso dentro de ti, siento que quiero hacer mucha justicia, pero se lo entrego a Dios, porque si lo trato de hacer yo, va ligado de la venganza", ha explicado en medio mexicano Infobae.

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Aunque es una persona que no comparte las injusticias, considera que no es quien para juzgarlas y trata de no obsesionarse con la revancha porque es algo que te consume y te aleja de lo bueno de la vida y esto lo que le diferencia principalmente de su papel en la serie. "No quiero terminar como Montecristo, se deja llevar tanto por la venganza que destruye todo lo que lo rodea, no se da cuenta que tiene la fortuna junto a él, eso es algo que no se debe hacer en la vida”, ha asegurado el artista.

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William está atravesando un gran momento profesional en el que tiene la suerte de poder elegir los proyectos en los que se embarca y solo escoge aquellos que realmente le apasionan. Con Montecristo ha cumplido el sueño de poder interpretar a uno de sus ídolos de la ficción desde que era niño pero, dar vida a este héroe sofisticado, misterioso y torturado por su pasado, también ha conllevado para el protagonista de Triunfo del amor muchos desafíos y sacrificios personales.

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Una de las renuncias más duras a las que ha tenido que hacer frente para poder sacar este proyecto adelante ha sido el de tener que alejarse de sus dos hijos, Christhoper y Kailey, de 17 y 13 años, fruto de su relación con Elizabeth Gutiérrez. Las grabaciones de la serie se llevaron a cabo entre Madrid, Canarias y Miami, por lo que William Levy permaneció en nuestro país seis meses, tiempo en el que solo vio a su niña cuatro días y a su hijo ni un solo minuto durante medio año, un hecho que fue especialmente duro para el galán que ha reconocido que "es difícil, pero es lo que quiero hacer y lo disfruto al máximo", ha asegurado en una entrevista con People en Español. 

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Separarse de los suyos es un precio muy elevado pero, a la vez, muy sopesado ya que "si voy a hacer un proyecto, tiene que valer la pena dejar a mis hijos; si no, no lo hago", ha explicado. "Ya estoy en otra época de mi vida. He crecido, he madurado mucho y tengo mis prioridades bien claras", ha afirmado con sinceridad. 

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William ha confesado que, aunque le duela, a veces los padres deben renunciar a algunas cosas para asegurar el bienestar de su familia: "Hay momentos en los que hay que sacrificar el tiempo de estar con mis hijos para darles la vida que tú no tuviste. Es así, o estás con ellos y no les das la vida que quieres darles, o les das la vida que quieres darles y sacrificas un tiempo con ellos. Es parte de esta vida", ha recalcado.

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El protagonista de Addicted ha indicado que sus hijos son conscientes de lo que implica ser parte del medio artístico: "Me siento muy bien, grabar estos seis meses en España fue difícil. La parte difícil fue no ver a mis bebés, pero ya están bastante grandes. Ya entienden la carrera de papá”. Y entre risas ha agregado: "'¡Ya me dicen no me molestes!'".

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El guapo galán ha desvelado que, Christhoper y Kailey podrían seguir los pasos de sus famosos papás, o, al menos que podría compartir trabajo con ellos en un futuro no muy lejano ya que "estamos planeando hacer un proyecto juntos. Uno con mi hija y otro por ahí que viene en camino con mi hijo. Ya están grandecitos, ya podemos trabajar con ellos",ha confirmado con una gran sonrisa que delata la ilusión que le haría en una entrevista con ¡HOLA! Américas.