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Sara Carbonero está viviendo una Navidad muy dulce y tranquila. La periodista, de 38 años, se encuentra en su pueblo de Toledo, Corral de Almaguer, con toda su familia. Sin embargo, el gran protagonista de estas fiestas está siendo su sobrino, el hijo de su hermana Irene. La conexión entre Sara y el niño es maravillosa. Tanto, que comparten cumpleaños, pues los dos nacieron un 3 de febrero. La comunicadora se derrite con él, y viceversa. Solo hay que ver esta foto para comprobarlo. Mientras juegan en la cocina, adornada con centros de flores y velas, suena una canción muy significativa, Bendita mi suerte, de Funambulista.
El pasado 21 de noviembre Sara se sometía a una operación de urgencia en la Clínica Universidad de Navarra, de Madrid. Afortunadamente, todo salió bien y la periodista ha ido recuperando poco a poco la normalidad. Hace unas semanas disfrutó de una agradable velada con Isabel Jiménez y el resto de compañeros de Slowlove, su firma de moda. Cenaron, brindaron, encendieron bengalas y cantaron una de las rancheras más populares de Rocío Dúrcal, Me gustas mucho. Ahora está compartiendo momentos inolvidables con su familia. La periodista está centrada en vivir el presente, en dar valor a lo verdaderamente importante, a las pequeñas cosas del día a día, como abrazar a su sobrino o ver la iluminación navideña de su pueblo desde el balcón de su casa.
Días antes de Nochebuena y Navidad, Sara fue fotografiada en Madrid, retomando con mucha ilusión sus rutinas. Se dejó ver en las gradas animando a sus hijos en un partido de fútbol y compartiendo una agradable mañana con una amiga tras dejar a los niños en el colegio. La periodista ama "lo cotidiano", como ha dicho en numerosas ocasiones, y el lema que lleva por bandera en estos momentos es el siguiente: "Si hay ganas, hay tiempo".
Sara está a punto de cerrar un año marcado por un nuevo contratiempo de salud, pero, sobre todo, por su relación con el músico zaragozano Nacho Taboada. La pareja se conoció la pasada primavera gracias a dos buenos amigos que tienen en común, la periodista Isabel Jiménez y el marido de esta, Álex Cruz. Todo parece indicar que Nacho cumple a la perfección con las cualidades que Sara más valora en una persona: honestidad, lealtad y sensibilidad. Además, no se ha separado de ella en los momentos más delicados. Estuvo en el hospital y Sara le dio las gracias públicamente por su apoyo, sobre todo, por ser "esa mano que te sujeta fuerte mientras te toca los acordes de guitarra de tu canción preferida para dormirte".
¡Brindis, abrazos y rancheras! Sara Carbonero celebra la Navidad con sus compañeros de trabajo
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