La historia de The Weeknd: de una familia que huyó de Etiopía a vivir en una mansión en Bel Air de 70 millones
Es uno de los artistas del momento, ha batido dos récord Guinness con sus éxitos y conquista a las mujeres más atractivas, pero su vida ha estado marcada por una infancia muy difícil
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A sus 31 años, es todo un fenómeno de la música que no solo conquista al público, sino también a las mujeres más atractivas. Bajo el nombre artístico de The Weeknd, en los últimos años se ha posicionado entre los números uno de las listas de ventas de todo el mundo, batiendo incluso dos récords Guinness –por sus escuchas en Spotify y por ser el artista masculino que ha estado más tiempo en el Top 10 de la lista Billboard-, ha actuado en última edición de la Súper Bowl y ahora, se muda a una las mansiones más espectaculares de Bel Air, una de las zonas más lujosas de Los Ángeles, que acaba de comprar por setenta millones de dólares. Y no solo eso, debutará como guionista y también será uno de los protagonistas de la serie de HBO The Idol. Visto así, su vida podría ser una de las más envidiadas del planeta, pero su camino a la cima y lo que vivió bajo su verdadero nombre, Abel Makkonen Tesfaye, no ha sido precisamente un camino de rosas.
Aunque nació en Canadá, pertenece a una familia de Etiopía que vivió de cerca la crueldad de los primeros años de la guerra civil en su país. Parte de su familia logró escapar y comenzar una nueva vida en Toronto, dejando atrás el horror de la guerra, aunque llevando siempre a este rincón de África en su corazón. Sus padres se conocieron ya en suelo canadiense, cuando llegaron como refugiados en 1987, y juntos emprendieron un nuevo camino. Tuvieron tan solo a Abel y pasaban el día trabajando para poder salir adelante, así que él pasó gran parte de su infancia con su abuela, por eso el primer idioma que aprendió fue el amárico, lengua etíope que hablaba ella.
Su padre los abandonó a él y a su madre cuando era un niño y llevan casi dos décadas sin verse
Sin embargo, su vida quedaría marcada para siempre por su padre, que los abandonó a él y a su madre, cuando era tan solo un niño. Adía de hoy, aseguran que llevan casi dos décadas sin mantener el contacto, ya que el artista nunca le perdonó lo que hizo. En contadas ocasiones lo ha mencionado diciendo que conoce de su progenitor poco más que su nombre. Él apenas habla de su pasado y su vida personal, ya que quiere mantener estos complicados momentos lejos de su personaje The Weeknd.
Le marcó tanto que se fuera su padre que comenzó a tener primero problemas con los estudios y más tarde también con las drogas. “Las drogas fueron una carga. Era yo el que creía que las necesitaba y no hacía el esfuerzo por darme cuenta de que no. Me he dado cuenta de ello en los últimos años y doy gracias a Dios por no necesitarlas”, declaraba recientemente en una entrevista con GQ. Se dice, quizá como leyenda urbana, que su nombre artístico proviene de que salió un fin de semana (weekend) de fiesta con un amigo y nunca volvió al colegio, pero él ha contado que se debe al título de su primer disco.
Siempre ha estado muy unido a su madre, de la que ha dicho en más de una ocasión: “Todo lo bueno que tengo lo he heredado de ella. Soy un niño de mamá”. Cuando comenzó a despegar como estrella internacional en 2017, su padre declaró a la publicación RadarOnline que le gustaría tener un acercamiento con él: “Deseo más que nada poder recuperar el tiempo perdido, y quiero ofrecerle una disculpa sincera por no estar allí para él”. Pero a día de hoy, parece que esa reconciliación no ha llegado.
Empezó a dar sus primeros pasos en la música en 2010, después de grabar unas canciones y colgarlas en YouTube, a partir de ahí, su ascenso ha sido meteórico, pero no solo ha acaparado titulares por su música, sino también por su vida sentimental. En 2015 conoció en Coachella a la supermodelo Bella Hadid y empezaron una relación, que pasearon por la alfombra roja de los Grammy y de la Gala del Met. Eran una de las parejas del momento, pero su relación llegó a su fin a finales de 2016.
Poco después, en 2017, empezó a salir con Selena Gómez. Con ella también desfiló por la alfombra roja del Met, pero no llegaron a cumplir un año de noviazgo y muchos apuntan a que su ruptura tuvo que ver con Bella. Entonces Selena volvió con su expareja, Justin Bieber, pero duraron poco, mientras que Abel tuvo un breve romance con otra exnovia de Bieber, la modelo Yovanna Ventura. Meses después, volvió a ser visto con Bella Hadid, se dieron otra oportunidad, pero a finales de 2019 decidieron tomar caminos separados.
Ahora no se le conoce ninguna pareja y principios de este verano, fue visto con Angelina Jolie en un restaurante de Los Ángeles, lo que hizo saltar todas las alarmas, pero no han vuelto a ser vistos juntos.
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