Después de un mes en la isla de Supervivientes el hambre comienza a convertirse en la principal preocupación de los concursantes, razón por la que cada vez tratan de esmerarse más en las pruebas de recompensa. Una de las últimas tenía como premio una suculenta degustación de quesos para el que consiguiera escapar de una jaula maniatado y desenredando nudos con la boca para después, ir superando una serie de obstáculos hasta finalmente, tratar de encestar dos cocos. Fueron Olga Moreno, Alejandro Albalá y Lara Sajén los que se proclamaron ganadores tras conseguir completar el reto y, por lo tanto, merecedores de la recompensa. Precisamente ha sido el entusiasmo con el que han disfrutado de su comida lo que ha provocado ciertas rencillas con el resto de compañeros e, incluso, una discusión entre Olga Moreno y Tom Brusse.
Alejandro, Lara y Olga no podían para de repetir lo rico que estaba el queso que estaban degustando frente a la atenta mirada del resto de concursantes que, hambrientos, estaban sufriendo por contemplar desde tan cerca cómo los ganadores comían sin parar. "Por estas cosas me quiero ir a mi casa. No quiero tener que llorar porque los demás coman queso y yo no, es que no quiero", confesaba Melyssa al borde del llanto. "Están comiendo en nuestra cara", apuntaba Alexia Rivas, mientras Omar Sánchez se quejaba: "Podrían comer en otro sitio, todos tenemos hambre." Tal estaba siendo la satisfacción de los vencedores de la prueba que Lara Sajén incluso lanzó un grito de placer que hizo enfadar a Carlos Alba, quien aseguró que eso ya "era pasarse".
La situación llegó a su límite cuando los ganadores decidieron usar la sartén para cocinar el queso y ante un olor a comida que el resto de los supervivientes apenas podían soportar, Tom Brusse decidió acercarse a recordarles las nuevas normas del concurso, las cuales indican que son los lacayos los que tienen que hacer las tareas y, en este caso, la encargada de la cocina es Sylvia Pantoja. "Bueno, mejor date una vueltecita te callas y es mejor. ¿No crees?", le respondía Olga Moreno. "En el pergamino, pone que la que tiene que hacer la comida es Sylvia. No entiendo porque me mandas a callar", se defendía el exconcursante de La isla de las tentaciones. "Es nuestra recompensa, aunque lo pienses, no digas nada", le contestaba la mujer de Antonio David mientras el resto de participantes compartían su temor a que la forma de actuar de los vencedores pudiera desembocar en algún tipo de castigo colectivo.
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