Antonio Banderas abandona su proyecto cultural en Málaga tras 'los insultos y el trato humillante'

Se presentó a un concurso de ideas para decidir qué hacer con el edificio de los cines Astoria y Victoria

Por EUROPA PRESS

Era un proyecto que le ilusionaba y le vinculaba a su tierra malagueña por la que siente un inmenso cariño, pero no ha podido ser. Antonio Banderas ha comunicado su decisión de abandonar el proyecto que tenía para los antiguos cines Astoria y Victoria en Málaga debido a “los insultos, las descalificaciones y el trato humillante” recibido -–había ganado el concurso de ideas con el arquitecto José Seguí-. En una carta en el Diario Sur, Antonio asegura que “no resulta fácil” escribirla y añade que “he reflexionado sobre lo que ella expone”. “He tratado de tomar una decisión consecuente y seria” dice.

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Recuerda que hace ya tiempo le rondaba la idea de lanzarse a un proyecto cultural en Málaga. “Creo que es una idea no carente de lógica, pues esta es la ciudad que me vio nacer, en ella desarrollé mis estudios de Arte Dramático y aquí fue donde comencé mi actividad teatral hace aproximadamente 40 años", señala. El actor ha asegurado que tras "considerar y estudiar" diversas vías para desarrollar un proyecto, que inicialmente estaba destinado a la actividad teatral, llegó hasta él, a través de José Seguí, la información de que el Ayuntamiento iba a plantear un concurso de ideas tratando de encontrar una solución definitiva al edificio de los que fueron los cines Astoria y Victoria, recordando, además, que ya hubo un primer "intento frustrado" en el que ambos estaban "envueltos y que una serie de circunstancias, que no vienen al caso, me hicieron abandonar". Así, ha incidido en que tras tomar la decisión de presentarse, se dieron cuenta que "le faltaba una pata", apostando para "un tercer socio que fuese capaz de garantizar una gestión y una organización modélica" y que "tuviese el coraje, la capacidad y los medios para llevar a buen puerto esta iniciativa", en referencia a Starlite con Sandra García Sanjuán e Ignacio Marluquer.

Para Banderas, "la ilusión era tan fuerte que superaba con mucho las dificultades, los esfuerzos y los sinsabores propios de embarcarse en un proyecto de estas características". Además, ha asegurado que por tratarse de Málaga se planteó desde el principio "no escatimar" y apostar fuerte por convertir la idea en algo grande que comenzase satisfaciendo a sus paisanos para más tarde conseguir traspasar las fronteras de su ciudad y proyectarse a nivel nacional e internacional. En este sentido, ha afirmado que "había que poner toda la carne en el asador". Asimismo, el actor malagueño ha señalado que "nunca" pasó por su cabeza la idea de que este proyecto fuese rentable para él, añadiendo que "la idea era más bien la contraria".

En este punto, ha recordado que tras haber ganado el concurso de ideas, no vinculante, al que se presentaron 72 participantes, y haber obtenido un segundo lugar en la votación popular que se llevó a cabo a través de las redes sociales, se dieron cuenta casi de inmediato de que "no existía el ambiente adecuado para seguir compitiendo por la concesión". "Queríamos competir y ganar porque creímos tener el mejor proyecto para la ciudad. Nunca perdimos el respeto a nuestros 'rivales'. Nos someteríamos deportivamente a la decisión final a la que se llegase por parte de quienes hubiesen de tomarla", ha asegurado. Pero, tal y como ha continuado, "los coros de voces que comenzaron a alzarse" contra su proyecto, dentro y fuera de los ambientes políticos locales, que además "no se detenían en la crítica al mismo, sino que se extendían a la sorna, el cachondeo y por qué no decirlo, la mala leche", le hicieron comenzar a reflexionar sobre si realmente valía la pena "arriesgar tanto, enfangarse tanto, y exponerse tanto".

Por ello, ha relatado que habló con sus compañeros y "no entendían lo que estaba pasando, no entendían los insultos, las descalificaciones, el trato humillante". "También ellos reflexionaron y todos juntos llegamos de forma clara a la misma conclusión: Había que salir de ahí, había que salir y buscar un mejor lugar (...) para este desafío, un mejor sitio en el que sudar por ofrecer nuestras ideas a Málaga, un rincón en el que no huela a corralón y podamos construir algo interesante", asegura. Por último, Banderas espera que esta decisión limpie el concurso de "la intoxicación" en la que "parece ser" se ha convertido, asegurado que seguira buscado la posibilidad de integrarse en el movimiento cultural "tan esperanzador" que está teniendo lugar en su querida ciudad", pero recalca que lo hará desde el ámbito "absolutamente privado". "Visto lo visto he de reconocer que el tema público da miedo", advierte.

"Ahí se mezclan unos intereses que no favorecen ni la gestión, ni la administración, ni la creación en libertad, y uno quiere eso, crear, trabajar y arriesgar a tope si se siente mínimamente apoyado, si esto no es así se hace muy complicado, muy difícil. No quiero convertirme en un nuevo Moneo en mi propia casa", ha afirmado.